24 de febrero de 2008

- SUCIEDAD -




Residuos por todos lados



Las trece zonas más sucias de la Ciudad



La zona bancaria del Microcentro porteño, San Telmo, el área comercial de la avenida Avellaneda, Godoy Cruz y Paraguay, entre otras, son los sectores más sucios de la Ciudad. Un relevamiento del Ministerio de Medio Ambiente y Espacios Públicos revela que se realizaron 640.000 controles en 27.000 cuadras, donde se encontraron 20.559 fallas, de las cuales 608 se catalogaron como “graves”, es decir, falta recolección de residuos. Por su parte, el Gobierno bonaerense cerró basurales y no quiere recibir más basura de los porteños. Se creó una comisión para buscar soluciones definitivas.

Por Malen Lesser
Diario Perfil



Una imagen que se repite en casi todas las calles porteñas. Sarmiento y Florida
La Jefatura del Gobierno de Buenos Aires enfrenta un panorama complejo ante el problema de la basura. La Ciudad produce, por día, unas cinco mil toneladas de residuos, que son depositadas en tres rellenos sanitarios del Conurbano bonaerense de Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), a un costado del Camino del Buen Ayre, en González Catán, y en Ensenada. Sin embargo, por una disposición judicial, estos dos últimos deberán ser clausurados a fines de 2008.

Al colapso inminente del sistema vigente, se suman los problemas con el fracaso hasta el momento del programa de separación de residuos impulsado por la Ley de Basura Cero, que tiene por objetivo disminuir los niveles de desperdicios. No sólo no se utilizaron los contenedores nuevos dispuestos para tal fin, cuya inversión fue cercana a los 25 millones de pesos –sin contar los costos de la comunicación de la iniciativa–, sino que además los vecinos admiten que en la práctica la adhesión es casi nula.

La creación de un nuevo relleno sanitario en el Conurbano es tajantemente rechazada por los vecinos, que se niegan a su instalación. Alegan que sus viviendas corren peligro de ser contaminadas mediante el agua, el aire y la tierra que lindarían con los nuevos depósitos de desperdicios.

Como tercer ingrediente, el Ceamse planteó que la empresa, propiedad en partes iguales tanto de la Provincia como de la Ciudad, es deficitaria y necesita un cambio estructural que incluya mejoras en los ingresos de la firma para seguir existiendo.

Es por esto que las legislaturas provincial y porteña decidieron afrontar el tema juntas, discutiendo los términos y soluciones posibles en una comisión que tomará 45 días para emitir resoluciones. El grupo está formado tanto por funcionarios del gobierno de Mauricio Macri como por el de Daniel Scioli, además de la participación del CEAMSE.

El Gobierno porteño promete mejorar la limpieza en 2 años y darle un tratamiento global al tema de la gestión de residuos. Instalarán 20 mil contenedores más para basura antes de fin de año y enviarán a la calle a 200 inspectores para aplicar sanciones y multas a quienes no cumplan con el correcto manejo de los residuos de la ciudad según las leyes vigentes. “El compromiso del ciudadano común y de las empresas es clave”, advirtió Juan Pablo Piccardo, ministro de Ambiente y Espacios Públicos a diario PERFIL. El funcionario confirmó que él mismo recorrió y relevó las zonas más conflictivas de la Ciudad durante el mes de enero. El Microcentro, los sectores gastronómicos cercanos a la plaza Dorrego, en San Telmo, y el centro comercial de la avenida Avellaneda, en Flores, son los puntos más críticos de la capital. Las soluciones inmediatas para estas y otras zonas problemáticas llegarán de la mano de 40 cuadrillas especiales de limpieza.

“La reconversión laboral de los cartoneros también es fundamental –puntualizó el ministro–. Ya estamos estudiando de qué manera el empresariado puede contribuir en un programa de capacitación de esta masa trabajadora para cubrir demandas insatisfechas que existen en el mercado en sectores como la construcción. También se está analizando la posibilidad de darles un lugar donde trabajen separando los materiales desechados en condiciones dignas.”

Así, el macrismo garantiza definiciones duraderas. “Queremos una solución definitiva, a largo plazo. Pensamos en 25 años porque, si no, en 10 años volvemos a estar en esta situación. Es necesaria una visión global de la temática y por eso creemos en las propuestas examinadas en conjunto”, subrayó Piccardo.

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