31 de diciembre de 2008

- QUIROGA -





Horacio Quiroga


Cuentos de amor, de locura y de muerte


Premonitorio título de vida




Escritor uruguayo, nacido en Salto. Deportista y aficionado a las ciencias, funda la tertulia de Los tres mosqueteros y se inicia en las letras bajo el patrocinio de Leopoldo Lugones. Viaja a París en 1900 y hace una breve experiencia de la bohemia pobre. La mayor parte de su carrera transcurre en Argentina, donde llega a ser muy leído por sus cuentos publicados en revistas y recogidos en libro.





Ejerce empleos consulares y la crítica de cine, y pasa largas temporadas en el medio rural de Misiones, en la frontera argentino-paraguayo-brasileña, ambiente del que tomará temas para sus narraciones. Su carrera se abre en la poesía, dentro del ámbito del modernismo, con Los arrecifes de coral (1901), obra sin mayor consecuencia. Una vida dramática, siempre cercana a la estrechez económica, matrimonios conflictivos, experiencias con el hachís y el cloroformo y el constante cerco del suicidio, alimentan su tarea cuentista, una de las más importantes de América.





No le son ajenas las influencias de Rudyard Kipling, Joseph Conrad y, sobre todo, el magisterio de Edgar Allan Poe, por las atmósfera de alucinación, crimen, locura y estados delirantes que pueblan sus narraciones. A veces se remonta a escenas conjeturales de la vida prehistórica o mezcla, con extraña astucia, personajes humanos y animales que hablan, como en las fábulas clásicas, pero estableciendo una sutil frontera entre la vida natural y la civilización.





Sus figuras de pioneros, de europeos abandonados en los confines de la selva, de cansados de la vida y de empresarios alocados, crean un mundo de intransferible personalidad, que no daña el habitual descuido de su redacción. Obras: El crimen de otro (1904), Historia de amor turbio (1908), Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), Cuentos de la selva (1918), El salvaje (1920), Las sacrificadas (1929), Anaconda (1921), El desierto (1924), Los desterrados (1926), Pasado amor (1929), Suelo natal (libro de lectura para niños, en colaboración con Leonard Glusberg) y Más allá (1935).





Se suicidó en Buenos Aires, un 31 de diciembre de 1937.

30 de diciembre de 2008

- 20 DE ENERO -




Un nuevo gobierno frente al momento de actuar

Obama en la transición

Noticias de Opinión
Naomi Klein
Para LA NACION



El presidente electo de los EE.UU., Barak Obama, entra a la Casa Blanca junto al presidente Bush, en una visita previa a su asunción, el 20 de enero próximo.


A medida que emergen más detalles, resulta más claro que la forma en que Washington manejó el plan de rescate de Wall Street no es solamente incompetente: bordea lo delictivo.

En un momento de gran pánico, a fines de septiembre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, de manera unilateral, impulsó un cambio radical en la forma en que las fusiones de bancos serán gravadas, un cambio que la industria venía buscando desde hacía mucho. Los legisladores descubrieron que eso privará al gobierno de unos 140.000 millones de dólares en recaudaciones impositivas, sólo después de ocurrido. Según The Washington Post , más de una docena de abogados expertos en impuestos coincidieron en que "el Departamento del Tesoro carece de autoridad" para cambiar las leyes impositivas.

Otra acción de dudosa legalidad fue el acuerdo del Departamento del Tesoro con muchos bancos del país para evitar que fueran a la quiebra. Según el legislador Barney Frank, uno de los arquitectos de la ley que permite los acuerdos, "cualquier uso de los fondos para otro propósito que no sea el de prestar, por ejemplo, para bonificaciones (de los ejecutivos), para dividendos, para la compra de otras instituciones, es una violación de la ley". Sin embargo, exactamente de ese otro modo están siendo usados los fondos.

Y también están los casi dos billones de dólares que la Reserva Federal entregó en préstamos de emergencia. De manera asombrosa, la Reserva Federal no reveló qué corporaciones han recibido esos préstamos o qué garantías recibió. Según la agencia Bloomberg News, ese secreto viola la ley y ha presentado una demanda federal en reclamo de una divulgación completa de los acuerdos.

Pero pese a la potencial ilegalidad de lo actuado, los demócratas siguen defendiendo el gobierno de Bush o negándose a intervenir. "Hay un solo presidente por vez", ha dicho Barack Obama. Eso es cierto. Pero cada acuerdo ilegal que concreta el gobierno de Bush amenaza la forma en que Obama puede cumplir con sus promesas de cambio.

Para citar un solo ejemplo: esos 140.000 millones de dólares en recaudaciones impositivas desaparecidas es casi la misma suma que el costo del programa de energía renovable propuesto por Obama.

Sí, hay un solo presidente por vez, pero ese presidente necesitaba el respaldo de los demócratas, incluido Obama, para conseguir que fuera aprobado el plan de rescate. Ahora, resulta claro que el gobierno de Bush está violando los términos del acuerdo elaborado por ambos partidos. Por lo tanto, los demócratas no sólo tienen el derecho, sino la grave responsabilidad de intervenir con vigor.

Presumo que la razón por la que los demócratas no actuaron hasta ahora se relaciona con el miedo: tienen miedo de que la bolsa, cuyo humor es el de un bebe malcriado, vuelva a ponerse rabioso y estremezca al mundo financiero. Según se nos dijo, revelar la verdad acerca de quién recibe préstamos federales podría hacer que el mercado apueste contra esos bancos. Si se cuestiona la legalidad de los acuerdos para rescatar bancos, o de esa renuncia a 140.000 millones de dólares en impuestos, podría ocurrir lo mismo. "No queremos que nos culpen por arruinar fusiones y crear otra Gran Depresión", explicó el asesor de un congresista que pidió no ser identificado.

Peor aún, los demócratas, incluido Obama, parecen creer que, durante el período de transición, lo más importante es tranquilizar al mercado. Y es por eso que, apenas días después de la eufórica victoria en que el lema fue "cambio", ahora se habla de una "transición suave" y de la "continuidad".

Basta ver a quién Obama eligió como secretario general del gabinete. Se trata de Rahm Emanuel, el representante demócrata que ha recibido la mayor cantidad de donaciones del sector financiero. Eso envía a Wall Street el mensaje de que todo estará en buenas manos. Cuando se le preguntó en el programa periodístico This Week With George Stephanopoulos si Obama aumentará los impuestos a los millonarios, Emanuel no respondió a la cuestión.

Esa misma lógica de aplacar al mercado, según se nos ha informado, guiará la elección de un nuevo secretario del Tesoro. Stuart Varney, de Fox News, dijo que Larry Summers, que detentó el cargo durante el gobierno de Bill Clinton, y el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, "cuentan con la confianza del mercado". Joe Scarborough, de Msnbc, dijo que Summers es "el preferido de Wall Street".

Y hay buenas razones para que Wall Street salude la llegada de Summers, pues éste, campeón de la desregulación financiera durante el gobierno de Clinton, ofrecerá una transición tan suave en relación con Henry Paulson que nadie se dará cuenta.

Lo que sabemos con seguridad es que el mercado reaccionará con violencia ante cualquier señal de que el nuevo presidente pueda imponer una regulación verdadera, o invertir en el pueblo o acabar con el regalo de dinero a las corporaciones.

En resumidas cuentas, los mercados piensan lo contrario de lo que piensa el grueso de los norteamericanos. (Una reciente encuesta USA Today/Gallup determinó que un 60% de los entrevistados están en favor de "regulaciones más estrictas a las instituciones financieras". Apenas un 21% respaldó la ayuda a compañías financieras.)

Por supuesto, toda acción para cambiar el curso tendrá como secuela shocks del mercado en el corto plazo.

La buena noticia es que una vez que resulte claro que las nuevas normas serán aplicadas con justicia, el mercado se estabilizará y ajustará.

Además, la oportunidad de esta turbulencia es inmejorable. Durante los últimos tres meses, los shocks del mercado han sido tan frecuentes que su estabilidad resultará una sorpresa. Eso ofrece a Obama una ocasión para desechar los pedidos de una transición suave, y hacer primero lo más difícil.

Muy pocos podrán culparlo por una crisis que lo precedió, o acusarlo de acatar los deseos del electorado. Pero si espera mucho tiempo, la gente comenzará a olvidarse.

Cuando se transfiere el poder de un régimen que funciona y es confiable, todos esperan una transición suave. Pero cuando se trata de un régimen marcado por actos delictivos y por una ideología en bancarrota, un poco de estremecimiento al comienzo puede ser una buena señal.

Naomi Klein es canadiense, su último libro es La doctrina del shock

29 de diciembre de 2008

- 2009 -





Los tres desafíos del año que viene



Por Mariano Grondona
Noticias de Opinión
La Nación




EL año que viene será crucial para los argentinos por tres razones. La primera de ellas es económica. La segunda es política . La tercera es institucional.

El desafío económico que enfrentaremos se desdobla como en un movimiento de pinzas, porque habrá que seguir en el curso del año la evolución de la crisis financiera internacional, que por supuesto nos afectará, y verificar además cómo responde ante ella nuestro gobierno. En cuanto al desafío político, quizás el más urgente de los tres, irá al compás de un crescendo que culminará en las elecciones de octubre porque, según sea su desenlace, para entonces sabremos cuánto poder, mucho o poco, les quedará a los Kirchner de ahí en adelante. Pero, gane o pierda la oposición en octubre, el tercer desafío le concierne directamente a ella porque en el año que comienza empezará a demostrarles a los argentinos si es capaz de concebir un futuro sin los Kirchner, un futuro "poskirchnerista", que lleve en sus entrañas un nuevo país republicano y democrático en curso hacia una larga etapa de estabilidad política y de progreso económico y social como el que estamos esperando desde 1983, desde el advenimiento de la democracia, en dirección del pleno desarrollo de nuestras formidables posibilidades, para ponernos en línea con el éxito que ya han conseguido países europeos como España y que están consiguiendo países latinoamericanos como Brasil, Chile y Uruguay. Este desafío es el más importante de los tres que hemos mencionado porque ya no será económico o político sino "institucional". Es sólo si responde a este tercer desafío que la Argentina volverá a la historia grande de la que estuvo ausente entre 1930 y hoy.

Un desafío económico

Pese a que el mundo capitalista ha entrado en una crisis financiera y económica comparable a la mayor que haya tenido, la de los años treinta, tenemos dos razones de peso para ser moderadamente optimistas. La primera de ellas es Barack Obama. Dentro de veinte días, los norteamericanos pasarán de la presidencia en caída libre de George W. Bush, que ha perdido hasta el último rastro de su autoridad, a una nueva presidencia que les ha devuelto no sólo a ellos, sino también al mundo una encendida esperanza. Contra lo que pueden pensar algunos que aún lo ven como un populista de color, Obama representa a una nueva elite de color de la que también son ejemplos Colin Powell, Condoleezza Rice y Clarence Thomas, que ha escalado a la cima de la sociedad norteamericana gracias al estudio y al talento, y cuyo destino es sumarse al establishment tradicional, como lo prueban ampliamente los primeros nombramientos del nuevo presidente, claramente "conservadores" y, si se quiere ser más preciso, "clintonianos".

A esto hay que agregar una segunda razón para el optimismo: que el capitalismo, hoy tan vilipendiado por sus enemigos ideológicos, entre ellos, lamentablemente, los Kirchner, no "agoniza" con sus crisis, sino que revive con ellas porque las necesita. Desde que Joseph Schumpeter definió al capitalismo como un proceso de "destrucción creativa", sabemos que su lógica "darwiniana" consiste en el triunfo si se quiere cruel de los más aptos sobre los menos aptos. Así, con esta ley de hierro de la competencia, es como el capitalismo, según lo reconoció el propio Marx, se convirtió en el movimiento económico más dinámico de la historia.

A lo que estamos asistiendo entonces es a otro de los típicos purgatorios del capitalismo, del cual emergerá finalmente un sistema más fuerte y competitivo que el que entró en crisis hace algunos meses. Naturalmente, este razonamiento general no nos exime de preguntar, con natural ansiedad, cuánto durará todavía la crisis actual. Entre los observadores más optimistas se estima que lo peor de la crisis financiera internacional empezará a pasar hacia mediados de 2009. Los menos optimistas sitúan la salida, en cambio, hacia el último trimestre de ese año.

Aparte de no poder ocultar su prematura alegría por el "efecto jazz" de la crisis actual, ¿qué han hecho los Kirchner para evitar que ella nos golpee con fuerza? Contra lo que ellos mismos parecen creer, no han practicado el keynesianismo sino el "antikeynesianismo". Keynes no fue un "anticapitalista" sino un "neocapitalista" que vino a salvar al capitalismo al reconocer su carácter cíclico . Porque no hay una sino dos situaciones capitalistas que el genial economista inglés supo distinguir. En tiempos de alza, Keynes aconsejaba al Estado no gastar, acumular reservas para cuando llegaran los tiempos de baja, durante los cuales el Estado tendría que gastar y gastar para mantener la demanda. Hoy, a todos los Estados capitalistas les ha llegado la hora del "bajón" keynesiano y, si gastan como hace tiempo no lo hacían, es precisamente para salvar el sistema. Ya les llegará otra vez, cuando pase la crisis, la hora de ahorrar.

Pero esos antikeynesianos pretendidamente keynesianos que son los Kirchner gastaron cuando tenían que ahorrar y ahora que se han quedado sin recursos, como ya no pueden gastar para salvar el sistema se han dedicado a agredirlo y expropiarlo, como hicieron con las AFJP. Han mirado la economía keynesiana del lado del revés. Todo induce a pensar entonces que, al margen de su frenética pasión por los anuncios diarios de medidas aparatosas pero inconducentes, cuando la crisis mundial llegue de lleno a la economía argentina, la golpeará como a ninguna otra.

Político e institucional

Pero 2009 será también un desafío político porque en su transcurso el Gobierno retendrá o perderá el Congreso. Si gana las elecciones parlamentarias de octubre y retiene como consecuencia su mayoría parlamentaria, tendremos todavía dos años más de "superpoderes", de Consejo de la Magistratura, de blanqueos para los amigos, de dependencia de los gobernadores de lo que quede de la "caja" y de impunidad para la corrupción. Si las pierde, en cambio, se abrirán dos escenarios. Si tanto el Gobierno como la oposición se condujeran con moderación, podría concebirse todavía lo que los anglosajones llaman un soft landing , un "aterrizaje suave" como el que está teniendo el propio Bush, un viaje sin grandes incidentes hacia el inevitable recambio presidencial de 2011.

Si los Kirchner intentaran empero contradecir la voluntad popular adversa expresada en las urnas, podrían volver tiempos agitados para los argentinos. Una de sus posibilidades sería lo que los anglosajones llaman un crash landing, un "aterrizaje forzoso", que esperemos que no termine como el del presidente De la Rúa, con la diferencia de que la Argentina contaría en esa emergencia con el vicepresidente que no tuvo en 2001.

Una situación límite a la que ningún argentino de bien querría llegar se daría si, para evitar todo aterrizaje, duro o blando, el Gobierno consintiera en expandir un mal que no ha dejado de acecharnos: el incomparable mal del fraude. Esto es lo que entre todos deberíamos evitar si es que nuestro sistema ha de seguir siendo una democracia.

Hasta aquí hemos hablado del Gobierno. Al lado del deber de contenerlo, de limitarlo, la oposición afronta otra responsabilidad mayúscula: concebir y ejecutar el proyecto de la Argentina poskirchnerista, esto es, refundar una auténtica república democrática. Sólo así volveríamos a ser lo que fuimos entre 1853 y 1930: un país en alza en el concierto de las naciones. Este es el deber mayor de los opositores: no sólo contener y eventualmente derrotar en las urnas al kirchnerismo, sino trascenderlo en dirección de la democracia republicana y progresista que aún nos debemos.

28 de diciembre de 2008

- DE LA CARCOVA -















Ernesto De La Carcova

Pintor de la generación del ‘80

Aniversario de su muerte



Fue sin dudas uno de los más destacados pintores de la llamada Generación del Ochenta, durante los últimos años del siglo XlX y los primeros del siguiente. Por entonces estaba naciendo la Argentina moderna merced a la transformación social y económica mas profunda de su historia. Ello provocó una serie de transformaciones positivas pero también agudos problemas sociales, que fueron severamente denunciados y combatidos por los iniciadores de los movimientos anarquista y socialista.





La pintura del país dio su primer paso hacia el desarrollo de un arte social con los lienzos “La sopa de los pobres” (1884) de Reinaldo Giudici, premiado en Berlín, “El despertar de la criada” (1887) de Eduardo Sívori y “Sin pan y sin trabajo” (1894) de De la Cárcova, atesorado en el Museo Nacional de Bellas Artes. Esta obra constituyó una vibrante reacción contra el academicismo no sólo por su tema, patético e impresionante, sino también por la técnica de modelar mediante el color, impecablemente aplacada por el artista. Dos décadas mas tarde, hacia el final de su ciclo creativo, De la Cárcova comenzó a utilizar una viva luminosidad, que aclaró mucho su paleta y anunció el impresionismo a la argentina que habría de florecer en el país durante el período subsiguiente.





Nuestro pintor inició sus estudios (1885) en la Sociedad “Estímulo” de Bellas Artes y posteriormente viajó a Italia, donde en 1891 una obra suya expuesta en Turín fue adquirida por la casa real. De regreso en su Buenos aires natal (1893), obtuvo un alto galardón con su mencionada tela del 94 y posteriormente, sin abandonar su obra creativa, se dedicó intensa y fecundamente a la enseñanza. Fundador y primer director tanto de la Escuela superior de Bellas Artes que hoy lleva su nombre como de la Academia Nacional de Bellas Artes, formó numerosos discípulos, algunos de los cuales llegaron a las máximas cumbres de la plástica como Carlos Miguel Victorica, Cesáreo B. De Quirós, Carlos Ripamonte y otros.





Al lauro ya mencionado se le sumaron, entro otros, el Premio de Honor en la Exposición Internacional de Saint Lois, USA(1904); la medalla de oro en la Exposición del Centenario realizada en Buenos Aires (1910); el Primer premio Adquisición en el Salón Nacional (1914); la medalla de plata para artistas extranjeros en Paría (1916). La Presidencia de Francia le otorgó la Legión de Honor en el grado de Caballero y posteriormente en el de Oficial.





Ernesto de la Cárcova nació un 3 de marzo de 1866 en la Ciudad de Buenos Aires y falleció en la misma el 28 de diciembre de 1927.

27 de diciembre de 2008

- COMIENZO DEL XXI -





El siglo XXI comienza ahora


Diego R. Guelar
Para LA NACION
Noticias de Opinión



Todo indica que 2009 será, relativamente, parecido a 1930. Lo relativo está ligado a que tiene la ventaja de que los gobiernos de todas las latitudes han reaccionado, al volcar recursos para morigerar la recesión o depresión. La desventaja comparativa es, justamente, el inédito impacto global de la crisis.

¿Podemos ser optimistas? Podemos y debemos. Lo que estaba ocurriendo no era positivo ni sostenible: la pornográfica concentración de poder, la especulación delictiva, las diferencias sociales abismales y un vacío de valores que convertía al mundo en un casino en el que el juego favorito terminó siendo la ruleta rusa.

Predecir el futuro es imposible. Las proyecciones efectuadas por bancos, organismos multilaterales, calificadoras de riesgos y gurúes mediáticos muestran que quienes han hecho de esta actividad un medio de vida tendrán que hacer otra cosa por un largo tiempo. Reconstruir la credibilidad es el objetivo central de los tiempos que vienen. Serán las potencias centrales las que armarán el juego. Los emergentes pueden acompañar y, si lo hacen bien, integrarán el nuevo esquema de poder que surgirá en los próximos años.

Guardemos los diarios de diciembre de 2008. Cuando los comparemos con los de diciembre de 2010 nos parecerá que ha pasado un siglo. Y, de alguna manera, será así. El siglo XXI comienza ahora. La caída de la Unión Soviética en 1991, los atentados a las Torres Gemelas en 2001 y la guerra de Irak fueron los acontecimientos que prepararon las condiciones del derrumbe global en 2008. No sólo cambiarán las pautas de consumo e inversión, sino que también quedarán en el pasado las técnicas de mercadeo político que se habían asimilado al consumismo y las imágenes televisivas. Debemos volver a los estadistas.

El optimismo es la decisión de darles batalla a los problemas que se presenten. Hoy volverán a valer los partidos, las ideas, los estados, las iglesias, siempre y cuando, acepten y hagan los cambios necesarios para no acabar representándose a sí mismos como corporaciones cerradas.

Como siempre, la agenda global es también la de la Argentina.

Nosotros hemos logrado vaciar de contenido real la Constitución, el Estado, los partidos políticos y las organizaciones intermedias.

Si reaccionamos rápido, la experiencia ganada desde la comisión de tantos errores debería ponernos en condiciones de aportar soluciones desde nuestra región; 2001 fue ayer y vivimos localmente lo que el mundo está empezando a sufrir ahora.

Alfonsín, Menem, Cavallo, Duhalde, Lavagna, gobernadores e intendentes, sindicalistas y dirigentes agrarios son enciclopedias de cómo sobrevivir al pánico, al desorden y a la carencia de recursos.

No cometamos el desatino de tirar por la borda la experiencia ganada.

Si hay un momento para la unidad nacional, el diálogo y el consenso, es aquí y ahora. Podemos y debemos cambiar para mejor. La "sorpresa" de una Argentina madura y responsable es la buena noticia que podemos darnos a nosotros mismos y al mundo. Hagamos del annus horribilis un tempus magnificus .

El autor es secretario de Relaciones Internacionales del Pro

26 de diciembre de 2008

- KUBRICK -





Stanley Kubrick


UN CREADOR CINEMATOGRAFICO


ARTESANO DE HISTORIAS OPUESTAS




Kubrick nace en Nueva York un 26 de Julio de 1928. Su padre, tuvo una gran influencia en él, era médico Y trabajaba en el Bronx. Su familia tenía un origen centroeuropea ya que su abuela era de ascendencia rumana y su abuelo era austro-húngaro.





A los doce años su padre le transmite su pasión por el ajedrez, del que es un consumado especialista y al que muchos atribuyen su meticulosidad y cerebralidad, y a los trece años le regala una cámara fotográfica iniciando su pasión por la imagen; "Me enamoré de ese artilugio" ha confesado. Como casi todos los grandes genios (y algunos que no lo son y que jamás llegarán a serlo), fue un mal estudiante, destacando tan solo en física.





Se dedicaba a hacer fotos de sus profesores en actitudes extravagantes sobre todo de su profesor de literatura Aaron Traister, el cual le consiguió un contrato con la revista "Life". La prioridad de matrícula de los ex-combatientes y sus malas calificaciones le cierran el paso a los distintos "colleges", pero a los 17 años empieza a trabajar para la revista "Look"; su foto de portada de un vendedor de periódicos entristecido por la muerte del presidente Rooselvet dio la vuelta al mundo.





Hasta los 21 años se dedica a viajar por toda Norteamérica siendo uno de los fotógrafos más prestigiosos y mejor pagados. En 1950, con 21 años, decide hacer su primer cortometraje. Con la ayuda de 3900 dólares que tenía ahorrados de su trabajo como reportero, Kubrick hizo "DAY OF THE FIGHT" con una cámara de 35 milímetros marca Eyemo que aprendió a manejar en una mañana que estuvo en la Camera Equipment Company.





Burt Zucker, un empleado de esa empresa, le enseñó a empalmar, a cortar y a usar el sincronizador que alquiló él mismo. La película fue vendida a la RKO-Pathé por 4000 dólares cumpliéndose el sueño de cualquier realizador primerizo; que su película fuera exhibida públicamente. Ilusionado por el éxito, realizó " THE FLYING PADRE " que, si bien no le reportó ninguna ganancia económica, le decidió a dedicarse por completo al cine. En estos años, Kubrick vivía de préstamos familiares y de torneos de ajedrez.





Poseedor de un miedo increíble a volar a pesar de que consiguió el título de piloto aficionado, no permite que su chofer supere los 60 km por hora, es descuidado en el vestir, odia conducir y se considera un buen "gourmet". Casado a los 18 años con Tobe Metz y más tarde con Ruth Sobotka, bailarina de la compañía Balanchines City Center que realiza una breve aparición en "KILLER'S KISS", conoció a su actual esposa, la pintora Christiane Herlan durante el rodaje de "PATHS OF GLORY". En la década de los 50 realiza dos importantes thrillers: El beso del asesino ("KILLER´S KISS", 1955) y Atraco perfecto (THE KILLING, 1956).





Sus films son ásperos y polémicos , con un tono brusco y despreocupado por la sintaxis tradicional : en el antimilitarista Paths of Glory ; en Lolita , basada en la polémica novela de Nabokov ; en los ambiciosos y espectaculares : Espartaco y 2001: odisea del espacio. Todos ellos poseen un sello propio y unos temas constantes como la muerte y la violencia, el sexo y el humor , junto a un penetrante sentido crítico que no pone límites a ningún pudor , como sucede, por ejemplo, en La naranja mecánica , basado en una obra de Anthony Burgess.





Interesado por la fábula evocadora en la pacifista Dr. Strangelove, con pretensiones intelectuales un tanto elitistas en la cripto-nietzchiana 2001, magistral película que revitalizaría el género de la ciencia-ficción, (algunos hablan de un antes y un después de 2001), el lenguaje fílmico de Kubrick es tan directo como sugerente, y de difícil transcripción como estilo concreto. Acaso su independencia creadora y la variación de géneros le han llevado a una inconcrección y búsqueda constante.





Conciso e imaginativo, inventor de formas e influido por el expresionismo de Fritz Lang y por Samuel Fuller en los primeros tiempos, Kubrick trabaja con guiones muy elaborados y estudia con minuciosidad de ajedrecista los decorados, la luz, el vestuario, a la vez que cuida la banda sonora y recurre al travelling con intencionalidad estético-ideológica. Asimismo, controla el montaje y lanzamiento de sus películas hasta el final, incluido el doblaje a otros idiomas.





Tras El resplandor Kubrick no sabe bien qué hacer y tienen que transcurrir siete años hasta que aparezca su siguiente película, La chaqueta metálica (Full Metal Jacket), en 1987, que trataría nuevamente sobre la guerra, aunque esta vez la Guerra de Vietnam, película cuyo nombre tendría algunos otros títulos más dependiendo de la región, como "Nacido para Matar" o "Cara de Guerra".





Nuevamente Kubrick adivina que el futuro de Hollywood está en películas que analizarán, desde distintas perspectivas, la participación de los EE. UU. en Vietnam, aunque su lentitud en rodar hace que películas como Platoon (1986) le adelanten en su fecha de estreno. Durante el rodaje Kubrick rescribía el guión sobre la marcha. Con La chaqueta metálica recuperaría el prestigio como director que hace ganar dinero a su estudio, pero sobre todo se comenzarían a publicar biografías y estudios sobre su cine, convirtiéndolo en un director de culto.





Tras esta película Kubrick comenzó a barajar un par de proyectos. En primer lugar, Inteligencia Artificial, la historia de un niño robot abandonado por su madre. Kubrick siempre había querido adaptar el relato de Brian Aldiss, pero hasta que no vio Parque Jurásico (1993), de su amigo Steven Spielberg, no supo que la tecnología necesaria para su película estaba por fin a su alcance.





También estaba interesado en The aryan papers, una película sobre dos refugiados judíos durante la persecución nazi. Sin embargo, de nuevo Spielberg se adelantaría con el filme La lista de Schindler (1993), debido fundamentalmente a la dificultad que supuso para Kubrick el encaje cinematográfico del Holocausto judío, según su propio criterio. La semejanza de la película de Spielberg con su propio proyecto y el desgaste emocional al que se vio sometido por su cada vez más obsesivo perfeccionamiento le haría desistir.





Finalmente Kubrick realizó Eyes Wide Shut (1999), basada en la novela Relato soñado, de Arthur Schnitzler, película que disecciona la sociedad actual a partir de la psicología de sus personajes, una pareja de neoyorquinos de clase alta que viven aparentemente una feliz vida en común, pero que en sus sueños y fantasías se muestran como son realmente. El pesimista final de la película (nada tradicional, como han dicho algunos críticos) rubrica el final de una dilatada carrera en el tiempo, aunque escasa en el número de películas.





Días más tarde de acabar de montar la película, Stanley Kubrick moría en su cama de su mansión de Londres de un ataque al corazón. En pocas ocasiones la muerte de un director de cine ha ocupado tantas portadas como lo hizo la de Kubrick.

Lo encuntran muerto en su casa de Harpenden, Reino Unido, 7 de marzo de 1999.

Filmografía por año decendiente

1999 Eyes Wide Shut Eyes Wide Shut Ojos bien cerrados
1987 Full Metal Jacket La chaqueta metálica Cara de guerra
1980 The Shining El resplandor El resplandor
1975 Barry Lyndon Barry Lyndon Barry Lyndon
1971 A Clockwork Orange La naranja mecánica Naranja mecánica
1968 2001: A Space Odyssey 2001: Una odisea del espacio 2001: Odisea del espacio
1964 Dr. Strangelove or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb Teléfono rojo. Volamos hacia Moscú Dr. Insólito o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba
1962 Lolita Lolita Lolita
1960 Spartacus Espartaco Espartaco
1957 Paths of Glory Senderos de gloria La patrulla infernal
1956 The Killing Atraco perfecto Casta de malditos
1955 Killer's Kiss El beso del asesino El beso del asesino
1953 Fear and Desire
1953 The Seafarers
1951 Day Of The Fight
1951 Flying Padre

25 de diciembre de 2008

- BORGES EN NAVIDAD -















Las Navidades de Borges

Alina Diaconu
Para LA NACION
Noticias de Opinión
Caricatura: Huadi


Le preguntamos hace poco a María Kodama cómo era la Nochebuena para Borges. Así supimos que, de niño, Borges pasaba la Navidad en la casa de su abuela inglesa, Frances Haslam, la madre de su padre, quien vivía al lado de su casa. Que le encantaba mirar cómo ella armaba el árbol, pero que luego sentía algo muy singular para un chico: que no merecía los regalos que le hacían.

Esta idea, de no ser merecedor de presentes, es reconocida por el propio Borges en la dedicatoria que le hace a su madre, Leonor Acevedo de Borges en la primera edición de sus Obras Completas (1974): "Yo recibía los regalos y yo pensaba que no era más que un chico y que no había hecho nada, absolutamente nada para merecerlos. Por supuesto, nunca lo dije: la niñez es tímida".

Algo de ese descontento interno, de esta autodemonización está latente en los primeros versos de su poema El espejo que comienza así: "Yo, de niño, temía que el espejo/Me mostrara otra cara o una ciega/Máscara impersonal que ocultaría /Algo sin duda atroz".

¿Qué monstruo interior se alojaría en ese Georgie tímido, amante de las lecturas de Stevenson, no de los juegos de destreza, atento observador, en el Zoológico, "del tigre rayado, asiático, real". Su infancia transcurrió en Palermo, en la calle Serrano, luego se trasladó a Ginebra, para volver a Buenos Aires y mudarse varias veces.

María Kodama supone que, más tarde, Borges pasaría las Navidades con sus padres y su hermana Norah, y después de la muerte del padre, con su madre en la casa de Norah.

A partir de los años 60, María es invitada al departamento para pasar la Nochebuena con Borges y su madre. Una que otra vez festejaban con amigos. ¿Cómo eran las celebraciones en la calle Maipú? Parece que no había árbol ni pesebre (todos sabemos de su agnosticismo), pero sí una mesa festiva, con un centro sembrado de lamparitas, velas y algún otro símbolo navideño. Por supuesto, la sidra y el pan dulce no faltaban.

Muchas veces, después de la muerte de doña Leonor, Borges y María pasaron juntos las Navidades en Nueva York, en los restaurantes de los hoteles, tan maravillosamente adornados para las fiestas, en pleno invierno. Otras veces, lo hicieron en Ginebra. En alguna oportunidad también festejaron en algún restaurante de Buenos Aires, con Enrique Pezzoni y Alberto Girri. El ritual de ambos consistía en comer pavo, brindar con champagne a la medianoche de la Nochebuena, y hacerse regalos.

Ahora, sí, él aceptaba de buen grado los presentes. ¿Se creería merecedor de ellos, o aún no? Nunca lo sabremos. María le regalaba corbatas, libros, marrons glacés ("le encantaban"), y él, siempre, sin excepción, libros. ¿Qué libros? Sagas islandesas, épica anglosajona, en alguna ocasión, poemas de Valéry.

¿Qué significaba la Navidad para Borges?, le preguntamos a María. Ella cree que lo que le gustaba era el espíritu de la Navidad, sobre todo, seguir una tradición.

Desmond Morris, en su ilustrativo libro Tradiciones de Navidad , dice que "la misa de medianoche es la más antigua de las costumbres cristianas de las fiestas navideñas. Se celebra desde el siglo V, cuando el Papa la oficiaba en Roma, en la iglesia de Santa María la Mayor. Tradicionalmente, se celebran tres misas: una a medianoche, otra al cantar el gallo y una tercera a plena luz del día". Hay quienes consideran a la misa de gallo la más importante porque cuentan que, justo antes del alba, fue un gallo el que anunció el nacimiento de Cristo.

Pero seguramente Borges sólo rememoraría las Navidades de su infancia, el árbol que adornaba su abuela Fanny mientras él la observaba con atención y quizá dejaría en el olvido una Nochebuena que fue decisiva en su vida. Son nuestras suposiciones, claro está. Para los que conocen a fondo su biografía, el dato no va a ser sorprendente. Pero sí para otros.

En la Nochebuena de 1938, pocos meses después de la muerte de su padre, Borges -que ya no veía bien- tuvo un accidente que lo llevó al borde la muerte. "Fue en vísperas de Navidad -contó su madre a la revista francesa L´Herne - y él fue a buscar a una invitada a cenar. El ascensor no funcionaba y él subió la escalera muy rápido, no se apercibió de la hoja abierta de una ventana. La herida no fue, al parecer, bien curada, y se complicó con una infección, alta temperatura y alucinaciones. Al cabo de dos semanas, la fiebre empezó a descender y él me pide que le lea una página. [?] De vuelta a su casa, él se dispone a escribir un cuento fantástico, el primero." Tuvo una septicemia, la infección de esa herida producida por el golpe contra la ventana recién pintada.

Lo más peculiar es el giro que a partir de entonces toma su literatura. Sería como el disparador de un nuevo estilo en Borges, de una nueva concepción creadora. Algo pasó en su cerebro, opinaba su madre, quien, por otra parte, prefería las cosas que su hijo escribía antes de ese incidente. Es a partir de ese momento también que Borges comienza a dictar sus textos con cierta asiduidad.

En su libro Borges por él mismo , el crítico uruguayo Rodríguez Monegal se refirió a este hecho de la siguiente manera: "Después del accidente, Borges reaparece transformado en un escritor distinto, engendrado sólo por sí mismo. Antes del accidente era un poeta, un crítico de libros; después del accidente será el redactor de arduos y fascinantes laberintos verbales, el productor de una nueva forma, el cuento que es a la vez un ensayo. El nuevo Borges [el nuevo escritor] va mucho más lejos que cualquier proyecto de su padre".

Esto sucedió en la Nochebuena de 1938, cuando Borges tenía la edad de treinta y nueve años. Y hoy se cumplen exactamente 50 años de este extraño y significativo accidente.

¿Le debemos a esa Navidad y a ese desgraciado hecho personal, el nacimiento de una faceta absolutamente distinta en su obra? Esa singularidad y ese género que son llamados "literatura fantástica" y que quizás -en su faceta metafísica- mucho hayan aportado para la construcción de su celebridad mundial y para la maduración de su voz creadora.

No hay mal que por bien no venga, dicen los mayores. En este caso, seguramente les daremos la razón.

En este día tan especial, en esta noche de Natividad, que nos invita a nacer a lo bueno, a lo nuevo, que nos invita a dar y recibir amor ¡felicidades para todos y un brindis especial a la memoria de Jorge Luis Borges!

23 de diciembre de 2008

- DISCEPOLIN -




Enrique Santos Discépolo


Aniversario de su muerte


EL FLACO TRISTE




Enrique Santos Discépolo Deluchi, conocido como Discepolín, fue compositor, músico, dramaturgo y cineasta argentino. Nació en el barrio de Balbanera, un 27 de marzo de 1901.





Tras fallecer sus padres, su hermano Armando, varios años mayor, se convirtió en su maestro, lo guió por el camino de la cultura y le descubrió la vocación por el teatro. Con él dio sus primeros pasos como actor en 1917. En 1918 escribió sus primeras obras de teatro: El señor cura, El hombre solo y Día feriado. En 1920 actuó en la obra Mateo, escrita por su hermano. Prosiguió escribiendo para el género teatral y al mismo tiempo, en 1925, compuso la música del tango “Bizcochito” y la letra y la música de “Que vachaché”.





En 1927 compuso el tango “Esta noche me emborracho”, popularizado por Azucena Maizani. Más tarde, entre 1928 y 1929, escribió “Chorra”, “Malevaje”, “Soy un arlequín” y “Yira-yira”, entre otros. Mientras tanto, continuaba actuando con éxito en los teatros de Montevideo y Buenos Aires.





Entre 1931 y 1934 escribió varias obras musicales, entre ellas, Wunderbar y Tres esperanzas. En 1935 viajó a Europa y a su regreso se vinculó al mundo del cine como actor, guionista y director. Simultáneamente escribió y compuso sus tangos más notables “Cambalache” (1935), “Desencanto” (1937), “Alma de bandoneón” (1935), “Uno” (con música de Mariano Mores, 1943) y “Canción desesperada” (1944).





En 1947, después de una gira por México y Cuba, compuso “Cafetín de Buenos Aires” (1948). Durante los siguientes años continuó produciendo películas, obras teatrales y tangos, algunos de los cuales fueron estrenados después de su muerte.





En 1917, debuta como actor, al lado de Roberto Casaux, un capo cómico de la época, y un año más tarde firmó junto a un amigo la pieza Los duendes, maltratada por la crítica. Luego levantó la puntería con El señor cura (adaptación de un cuento de Maupassant), Día Feriado, El hombre solo, Páselo cabo y, sobre todo, El organito, feroz pintura social bosquejada junto a su hermano, al promediar los años de 1920. Como actor, Discépolo evolucionó de comparsa a nombre de reparto, y se recordaría con entusiasmo su trabajo en Mustafá, entre muchos otros estrenos.





Falleció el 23 de diciembre de 1951.

Sus tangos

• "Que vachaché" ("Qué vas a hacer")
• "Yira... yira..." ("gira gira...")
• "Que sapa señor" ("qué pasa, señor?")





• "Cambalache"
• "Sueño de juventud"
• "Justo el 31"
• "Chorra" ("ladrona")
• "Soy un arlequín"





• "Quién más, quién menos"
• "Confesión"
• "Canción desesperada"
• "Uno"
• "Cafetín de Buenos Aires" ("café de Buenos Aires")
• "Esta noche me emborracho"



22 de diciembre de 2008

- JAPON -





Se frena la segunda economia del mundo


Deflación y parálisis política en Japón


El Banco de Japón redujo el viernes su tasa de interés de corto plazo a casi 0% (0,1%), tres días después de que la Reserva Federal de Estados Unidos hiciera un movimiento semejante, y la disminuyera entre 0% y 0,25%. La decisión de la Fed implica que, por primera vez en 15 años, el costo del dinero es ahora inferior en Estados Unidos.


Por Jorge Castro
Diario Perfil



El recorte de la tasa de corto plazo dispuesta por el Banco Central de Tokio es una reiteración, no una novedad histórica. Fue el nivel que fijó en 1999 (0%), y mantuvo hasta 2000; y lo volvió a establecer a partir de 2001 durante cinco años.

En ese período, la economía japonesa, no obstante la extraordinaria inyección de liquidez que implicaba una tasa de 0%, profundizó la depresión desatada a partir del estallido de la burbuja inmobiliaria en 1990; y también se sumergió, todavía con mayor intensidad, en el fenómeno de la destrucción sistemática y generalizada de precios (deflación), que experimentó a partir de 1998, con un ritmo descendente de 2% anual promedio.

Japón ha vuelto a la recesión a partir del segundo trimestre de este año, con una contracción en el tercer trimestre de 0,5% con respecto al período anterior. La segunda economía del mundo se contrae entre 1,8% y 2% este año. Estas cifras implican que su contracción es más rápida y más profunda que la de Estados Unidos, epicentro de la crisis financiera internacional.

La recesión japonesa es una novedad en el último lustro: el PBI creció 2,3% anual promedio entre 2003 y 2007, arrastrado por exportaciones que aumentaron 9,8% anual. A su vez, este auge fue guiado por las ventas a China, transformada –junto con Hong Kong– en el principal mercado para los productos japoneses. Entre 2003 y 2007, el comercio chino-japonés creció 66% anual, el mayor nivel del mundo. Pero sus exportaciones se hundieron a partir del segundo trimestre de este año, con un crecimiento de sólo 0,8% anual, por la recesión en los Estados Unidos y la Unión Europea, y la desaceleración de la demanda asiática, ante todo china.

El comercio con China arrancó a Japón de su depresión estructural de 13 años –cuando el producto creció sólo 0,6% anual promedio–, y le permitió revertir la deflación (destrucción general de precios) que lo hundió a partir de 1998. La caída de las exportaciones por la recesión en el resto del G-7 y la desaceleración de la economía lo vuelve a sumergir ahora en la recesión y quizá –se sabrá al concluir el último trimestre del año– también en la deflación.

La Oficina de Planeamiento del primer ministro (Council on Economic and Fiscal Policy) sostuvo en su análisis de 2006 –Strategy in the Globalizing Economy– que “Japón sigue siendo incapaz de enfrentarse con las realidades de la globalización. Si permanece como es actualmente, pronto se encontrará aplastado por aquellos países del Asia, como China e India, de rápido crecimiento económico”.

Frente a la debilidad de la estructura doméstica, la reducción de tasas y el estímulo fiscal a la demanda resultan impotentes. Desde agosto, el gobierno del premier Taro Aso ha lanzado dos paquetes de estímulo fiscal de 170 mil y 215 mil millones de dólares, respectivamente.

En la década del 90, la política de estímulo fiscal a la demanda superó los 2 trillones de dólares; sólo en 1993, el gobierno gastó más de 320 mil millones de dólares en obras públicas. Si se compara el tamaño de Estados Unidos. y Japón –la economía del primero es tres veces y media la del segundo–, ese año el gasto público japonés fue 32 veces el norteamericano; y el resultado, en lo que se refiere a la reversión de la depresión estructural, fue nulo o negativo, salvo en lo que hace a la creación de la mayor deuda pública del mundo (170% del PBI).

Pero la mayor “debilidad estructural” de Japón no reside en su economía, sino en la política. El partido Liberal Demócrata (PLD) domina desde el retiro de Estados Unidos en 1954. Durante 50 años ha sido controlado por una pluralidad de facciones de peso similar, que eligen por consenso un primer ministro, que carece de libertad de acción y dura sólo dos años. El sistema tiende a la parálisis por el veto mutuo de las distintas facciones y la carencia de reconocimiento público del primer ministro. Taro Aso es el tercer premier PLD elegido por el partido y no por el país; y a medida que la crisis y la recesión se acentúan, la parálisis del sistema político deviene en desnuda ingobernabilidad.

La deflación es un fenómeno económico, pero su resolución es un acontecimiento político. El problema de Japón es lo político antes que lo económico.

21 de diciembre de 2008

- LUNFARDO -




21 DE DICIEMBRE


ACADEMIA PORTEÑA DEL LUNFARDO



La Academia Porteña del Lunfardo es una institución privada, sin fines de lucro (ONG), cuyo objeto consiste en la investigación lingüística y, en particular, el estudio de la evolución del habla coloquial de Buenos Aires.





Fue fundada el 21 de diciembre de 1962, tiene personería jurídica y está exenta del impuesto a las ganancias. La iniciativa fue fruto de las ideas de José Gobello, Nicolás Olivari y Amaro Villanueva. El mismo Gobello, acompañado por Luis Soler Cañas y León Benarós, convirtió esos propósitos en realidad al convocar a un grupo de escritores y periodistas para considerar la creación de un instituto destinado al estudio del habla popular.





Durante sus primeros años, la Academia trabajó en un pequeño departamento de la calle Lavalle. Allí comenzó a organizarse la biblioteca, bajo la dirección de Don Enrique R. Del Valle, quien no tardó en ocupar un sillón académico.





Al cumplir sus bodas de plata, en 1987, la institución pudo inaugurar una sede más amplia en la calle Estados Unidos nº 1379, gracias a la generosidad de amigos y benefactores. Allí funcionan actualmente la secretaría, el salón de actos y la biblioteca especializada en temas referidos a Buenos Aires.





Fueron presidentes de la Academia: José Barcia (1962 - 1981), periodista porteño de larga trayectoria; Marcos Augusto Morínigo (1981 - 1985), lingüista de vasto renombre, alumno de Joseph Vendryes y miembro correspondiente de la Real Academia Española; y Sebastián Piana (1985 - 1994), músico que alcanzó gran popularidad con sus creaciones (Caserón de Tejas y Tinta Roja entre otras) y que fue, además, el recreador de la antigua milonga porteña.





Desde 1995 lo es José Gobello, autor de Lunfardía (1953), secretario desde antes de la fundación formal de la Academia.

20 de diciembre de 2008

- BARBARIE -



Los bárbaros modernos

A 80 años de La rebelión de las masas


Santiago Kovadloff
Para LA NACION
Noticias de Opinión




Hay que reconocerlo: en órdenes fundamentales como lo es el de la política, Ortega supo ver más lejos que Martín Heidegger. Aun antes de 1930, el pensador español se daba perfecta cuenta de lo que el maestro alemán fue incapaz de comprender: que el nacionalsocialismo, tanto como el fascismo y el bolchevismo, constituía un brutal retroceso histórico. El célebre "olvido del Ser" fue, como bien saben los entendidos, central en la meditación heideggeriana. Ese "olvido" e incluso "el olvido de ese olvido" signaban, a su juicio, el destino enajenado de la civilización europea, perdida en la idolatría del cálculo, la exaltación de los objetos y la impotencia para comprender qué significa pensar. En el escritor español, en cambio, el olvido inquietante, aterrador para sensibilidades como la suya, era el del pasado histórico, desatendido en el presente como fuente de orientación y aprendizaje. Sólo así se explicaba que el imperialismo del mundo antiguo regresara, remozado, en las consignas totalitarias de los camisas pardas, los devotos de la cruz gamada y los enardecidos propulsores de la hoz y el martillo. "La desaparición de la cultura histórica en las dirigencias políticas y en la gente sin más -anota Ortega- facilita la repetición, la inexperiencia, pues experiencia es aprovechar lo sucedido, conocerlo." Y añade luego, clarividente: "Con el pasado no se lucha cuerpo a cuerpo. El porvenir lo vence porque se lo traga. Como deje algo de él fuera está perdido".

En suma: en el nazismo, al que Heidegger concibió como una alborada promisoria, Ortega reconoció de inmediato los indicios de un crepúsculo atroz para la cultura europea. Ese crepúsculo, según él, prosperaba gracias al respaldo del afianzamiento del hombre masa. En ese hombre, la conciencia del pasado histórico se mostraba debilitada, por no decir extinguida, y el presente, extraviado en una actitud acrítica e intolerante que encontraba en la siembra de violencia y en la inseguridad social los síntomas reveladores de su precariedad política.

A este desatino que impide aleccionarse en el pasado suma Ortega otra observación de rotunda actualidad: la creciente ineptitud demostrada por su tiempo para comprender que la cultura científica, con todas sus derivaciones tecnológicas, era una construcción de muy delicada trama, cuyo sustento requería mucha educación; una educación muy superior a la evidenciada por el hombre medio. Y -esto es lo notable- el perfil revelador de ese hombre medio de precaria formación incluía, a juicio de Ortega, a muchos de los que ejercían la práctica científica sin comprensión cabal de lo que ella les demandaba. Leámoslo: "Este desapego hacia la ciencia como tal aparece, quizá con mayor claridad que en ninguna otra parte, en la masa de los técnicos mismos -de médicos, ingenieros, etc.-, los cuales suelen ejercer su profesión con un estado de espíritu idéntico en lo esencial al de quien se contenta con usar el automóvil o comprar el tubo de aspirina, sin la menor solidaridad íntima con el destino de la ciencia, de la civilización".

La embestida de la cultura de masas dejaba ver, ya en las dos primeras décadas del siglo, un marcado retroceso de la responsabilidad subjetiva en lo relativo al sustento del saber. Y ello, según Ortega, en una civilización cada vez más "artificial", vale decir, producida por el hombre y, por eso, demandante de especial atención, comprensión y responsabilidad para su adecuado mantenimiento, no sólo en lo relativo a su eficacia, sino también en lo que hace a su consistencia ética.

En pocos meses más, cumplirá ochenta años la primera edición de La rebelión de las masas . En ella reunió su autor, bajo la forma de capítulos sucesivos y complementarios, una prolífica secuencia de artículos periodísticos que sorprendieron, desconcertaron y deslumbraron a sus lectores madrileños. En aquella España brumosa de 1926, irrumpía un pensador dotado de inusitado aliento expresivo que, lejos de orientar sus pronunciamientos hacia el orbe académico, salía a la calle a decir a sus contemporáneos qué estaba ocurriendo en Europa y de qué modo la filosofía era instrumento apto para la meditación de la vida diaria y su eventual transformación.

Ortega no sólo nos habla del hombre masa; habla también con él. Lo convoca, lo interpela, lo provoca. Lo incita a reaccionar, a despertarse. A reconsiderar la indolencia y aun la complicidad con que se deja llevar por las tendencias dominantes de la época.

Para llegar adonde quiere no recurre al tratado ni a la monografía. Como ya señalé, la enunciación académica no le sienta. Su herramienta, su terreno, los encuentra en el periodismo. Es en él donde Ortega despliega su formidable talento de ensayista y donde nosotros vamos a encontrar un signo más de su vigencia.

Ortega sabe que el hombre cuya conducta le importa ponderar es lector de diarios. Y allí, en el diario, le sale al encuentro. Lejos está de temer que la sustancia filosófica de su pensamiento se vea vulnerada en un medio informativo. Por el contrario: soslayando todo prejuicio, presenta su reflexión enhebrada con la noticia. Porque es el tejido, la urdimbre conceptual de la vida cotidiana lo que a Ortega le importa iluminar. Y así como, en su momento, Sócrates buscó a sus interlocutores en las calles de Atenas, así buscó Ortega a los suyos en las páginas del periódico. En otros términos: Ortega concibe el diario como la gran plaza pública de su tiempo. Se explica, entonces, el desdén con que se recibieron sus propuestas allí donde el arte de pensar era concebido como una práctica anémica y despersonalizada.

Desde un comienzo, Ortega se mostró tal como era: señor de una prosa límpida, riguroso y ameno a la vez, notablemente dotado para la comunicación cautivante de lo complejo.

En 1917, Spengler rozó, a su modo, la cuestión que desvelaba a Ortega. Diez años después, Heidegger la subrayó, al categorizar lo que tan sugestivamente llamó "avidez de novedades". Más cerca de nosotros, Fromm popularizó algunos de sus rasgos distintivos. Baudrillard la exploró con acierto, remitiendo a los efectos subjetivos derivados del auge de la sociedad informática y del frenesí del consumo. Beck ahondó en sus configuraciones y consecuencias mediante una obra maestra: La sociedad del riesgo . Toda la tarea de divulgación sociológica efectuada por Bauman parece inspirada en las derivaciones que tuvo el derrumbe del racionalismo moderno, tempranamente señalado por Ortega. La ensayística de Magris se inspira en ella y lo mismo cabe decir de la de Steiner. Pero, hasta donde alcanzo a ver, fue Ortega el primero que, en el siglo XX, nos habló con inigualada pertinencia de esa nueva subjetividad en marcha: la del bárbaro moderno. "El europeo que empieza a predominar -ésta es mi hipótesis- sería, relativamente a la compleja civilización en que ha nacido, un hombre primitivo. [?] Este desequilibrio entre la sutileza complicada de los problemas y la de las mentes será cada vez mayor si no se le pone remedio y constituye la más elemental tragedia de la civilización."

Ortega no sólo previó lo que vendría. Anticipó, además, buena parte de las consecuencias de toda índole que resultarían de lo que previó. El vacío moral, por ejemplo, en el que, a fuerza de desaciertos, terminarían cayendo las democracias occidentales; el retorno de los maniqueísmos, el auge de la tecnocracia, el desprecio que sentenciaría a la sabiduría por parte del conocimiento especializado en una cultura apegada a lo instantáneo y siempre renovable. No es de extrañar, en consecuencia, que su palabra circule con tanta fuerza todavía. La preserva y la impone, aun en circunstancias tan adversas como las actuales, el poder de las ideas a las que da vida. Ese poder se abre paso, una y otra vez. Acaso porque, generación tras generación, advertimos que, en incontables aspectos, Ortega fue un visionario. Su lectura anticipada de nuestro presente lo convierte en un contemporáneo de todos nosotros.

19 de diciembre de 2008

- NOTABLES -




Cafés Notables de Buenos Aires


Día de Celebraciones


Esquina Homero Manzi



El viernes 19 de diciembre a las 18, el Ministerio de Cultura porteño entregará los diplomas a los ganadores del concurso “Bares Notables 2009” y presentará la reedición del libro “Cafés Notables de Buenos Aires”, durante un evento en el que actuarán el Ezequiel Camacho Trío y el Cuarteto de Saxos de Hugo Pierre.
Los textos, casi en su totalidad escritos por el Arq. Horacio Spinetto, hablan de los estos lugares, casi obligados de presencia y recuerdos.





Este año que termina, participaron un total de 51 grupos musicales, ganadores de un concurso en el cual actuaron como jurados personalidades de reconocida trayectoria artística como Susana Rinaldi, Juan Carlos Cuacci, Miguel de Caro y José Ceña, quienes después de una selección de material de videos y CD seleccionaron a 100 grupos que fueron evaluados en vivo en 2007 en el Salón Dorado de la Legislatura porteña. Así, se llegó a la elección final. El objetivo de este concurso es la de darles posibilidades a las figuras emergentes.





Este programa es desarrollado por la Comisión de Protección y Promoción de los Cafés, Bares, Billares y Confiterías Notables de la Ciudad de Buenos Aires, y tiene como objetivo impulsar la participación de esos bares notables en la actividad cultural y turística de la Ciudad con actividades de arte adecuadas a las características de esos locales.





De otro lado también reciben asesoramiento en proyectos de conservación, rehabilitación o restauración edilicia y mobiliaria con profesionales especializados, todo lo cual ha posibilitado el empleo de artistas, la ocupación de mano de obra calificada y la conservación de edificios cuyos proyectos fueron realizados por el Gobierno porteño, que los financió mediante el otorgamiento de subsidios.