30 de septiembre de 2008

- METROPOLIS -




FILM METROPOLIS


UNA OBRA MAESTRA


DEL CINE ALEMAN


SU CREADOR: FRITZ LANG




Metrópolis es un filme alemán realizado por la productora UFA. Se trata de una película de ciencia ficción dirigida por Fritz Lang, cuya trama se desarrolla en una distopía urbana futurista. Este filme fue lanzado originalmente en el año de 1927, antes de la cinematografía sonorizada. Se lo considera uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán en las artes cinematográficas.
El guión fue escrito por Fritz Lang y su esposa Thea von Harbou, inspirándose en una novela de 1926 de la misma von Harbou.





En una megalópolis del siglo XXI los obreros viven en un gueto subterráneo donde se encuentra el corazón industrial con la prohibición de salir al mundo exterior. Incitados por un robot se rebelan contra la clase intelectual que tiene el poder, amenazando con destruir la ciudad que se encuentra en la superficie. pero Freder (Gustav Frölich), hijo del dirigente de Metrópolis, con la ayuda de la hermosa María (Brigitte Helm) de origen humilde, intentarán evitar la destrucción apelando a los sentimientos y al amor.





El filme se desarrolla en el año 2026, en una ciudad-estado de enormes proporciones llamada Metrópolis. La sociedad se ha dividido en dos grupos antagónicos y complementarios: una élite de propietarios y pensadores, que viven en la superficie, viendo el mundo desde los grandes rascacielos y paisajes urbanos, y una casta de trabajadores, que viven bajo la ciudad y que trabajan sin cesar para mantener el modo de vida de los de la superficie. El presidente-director de la ciudad es Johhan 'Joh' Fredersen (interpretado por el actor Alfred Abel).





Lang dio a entender más tarde que la idea del corazón como mediador entre la mano (la fuerza del trabajo) y el cerebro (la capacidad directora de la sociedad) era falsa y que por ello ya no le gustaba esta película. Tras esta opinión se escondía la situación social que se vivía y no un conflicto de orden moral. Aunque la tésis central del cerebro, la mano y el corazón pertenece a Thea von Harbou, él era responsable de la misma, al menos en parte, como director de la película que era. Lang, en realidad, estaba mucho más interesado en los aspectos técnicos y arquitectónicos del film que en el trasfondo político de la trama.





El discreto éxito de la película entre el público de aquellos años también puede explicarse por ello, ya que la imagen social desarrollada en la historia se opone a las a penas cuestionadas creencias en el progreso que se tenían entonces. El género de ciencia-ficción del cine mudo presenta la utopía, por lo general, en positivo, mientras que Lang recurre a la esclavización de los tiempos bíblicos para representar el futuro. Las monumentales máquinas de la ciudad subterránea proporcionan a las clases bajas una vida indigna, la masa humana es fácilmente manipulabe y se practican ritos medievales como la quema de brujas.





Metrópolis es una ciudad de rascacielos cuya arquitectura recuerda a la de las ciudades más modernas de entonces, principalmente Nueva York, aunque la arquitectura de rascacielos surge en la escuela de Chicago. Entre los edificios se enmarañan las avenidas y las líneas de ferrocarril. Los edificios de la ciudad de la superficie son de una estructura majestuosa mientras que la ciudad subterránea de los trabajadores resulta más sencilla, lacónica y sombría.





Hace unos dos meses, en el Museo del Cine de la Ciudad de Buenos Aires, se encontró una secuiencia inédita del film, que no cuentan con ella en Alemania.

28 de septiembre de 2008

- FILATELIA -




ATESORAR ESTAMIPLLAS


UNA FORMA DE CONOCIMIENTO


UNA MANERA DE COLECCIONAR



La pasión por coleccionar sellos postales surgió prácticamente al mismo tiempo que Gran Bretaña emitió los primeros, el 6 de mayo de 1840. En las cartas de la época se estimulaba el interés por coleccionar estampillas con una curiosa frase que decía: "Conserve esta carta. El sello puede, algún día, ser una curiosidad interesante".





Con el paso del tiempo cada vez más países emitían sellos, y esta actividad fue haciéndose más sistemática. Ya en el año 1860 comenzaron a aparecer catálogos con descripciones de todos los valores de correos disponibles, así como álbumes para conservarlos ordenadamente, y al poco tiempo surgieron revistas dedicadas exclusivamente al interés filatélico.





Enseguida fue notoria la dificultad por conseguir algunos valores. Esto desembocó en grandes diferencias de precio entre distintos ejemplares. La tendencia se ha mantenido a lo largo del tiempo, ya que no sólo es la antigüedad lo que determina el precio de un sello postal, también lo es la cantidad de ejemplares existentes (o conocidos) del mismo, junto con la demanda que de él haya por parte de los coleccionistas.





De todas formas, lo más importante de una colección no es su valor económico. Su encanto está dado sobre todo por la búsqueda exitosa de información o "estudio" que cada uno realice, por la personalidad del aficionado que se percibe en los motivos elegidos, en el armado y la presentación del material.

27 de septiembre de 2008

- CUMPLE GOOGLE -




Google cumple hoy 10 años de vida en la red



EL BUSCADOR Y SUS DIEZ



Google celebra su décimo aniversario con un logo especial en su página de inicio, además de incentivar una serie de actividades como "10 to the 100th".

El buscador más importante de la web, Google, fue creada el 27 de septiembre de 1998 y hoy celebra 10 años de vida en su página de inicio.





Larry Page y Sergey Brin crearon al buscador mientras estudiaban diseño web e informática, respectivamente, en la Universidad de Stanford, Estados Unidos.

En el marco de sus 10 años, el navegador con más presencia en internet ha organizado una serie de actividades como "10 to the 100th" ("10 a la 100").

Esta iniciativa espera destinar 10 millones de dólares para desarrollar las 5 mejores ideas propuestas por los mismos usuarios de Google, que tengan como objetivo mejorar la vida de las personas en el mundo.

- CRAC -




El crac de 2008


Por Tomás Eloy Martínez
Para LA NACION



Mientras George W. Bush hablaba sobre terrorismo, en su último discurso como presidente de los Estados Unidos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, los norteamericanos se preguntaban hasta dónde llegará la crisis que el Estado intenta conjurar, tomando 700.000 millones de dólares del bolsillo de los contribuyentes; es decir, cien mil millones más que la deuda generada por la guerra en Irak.

Desde hace un año y medio, cuando el sistema financiero comenzó a intoxicarse con el colapso de las hipotecas, a los norteamericanos comunes se les hizo cada día más difícil pagar el seguro de salud, financiar los estudios universitarios de los hijos, comprar la misma cantidad de alimentos con la misma suma de pocos meses atrás y llenar el tanque de nafta en un país donde la mayor parte de la población está obligada a manejar. Algunos ni siquiera pueden vender la casa para poner fin a la pesadilla de la hipoteca. Las propiedades valen hoy casi 20% menos de lo que se pagó por ellas hace dos años, en plena burbuja inmobiliaria, y la deuda es superior al valor de la vivienda. El tema está en boca de todos porque la crisis, más allá de la complejidad de su ingeniería financiera o sus números inasibles -el salvavidas representa sólo una parte de los ocho billones de dólares sueltos en créditos hipotecarios- refuerza la impresión de que la economía norteamericana sigue un rumbo de catástrofe debido a lo que Joseph Stiglitz llamó "ocho años de mala gestión económica". Los primeros golpes alcanzaron a las clases bajas; ahora, la clase media sucumbe a la inflación en el supermercado o cuando recibe las abrumadoras cuentas de electricidad y gas, en un país que consume más del 25 por ciento del petróleo mundial y que envió su precio a los cielos.

En el suburbio de Nueva Jersey donde vivo, los carteles de "ejecución judicial" se alternan con los que adornan los jardines en apoyo a Obama-Biden o McCain-Palin. Un colega de la universidad donde enseño envió un correo electrónico a sus amigos para recomendar dos páginas de Internet que ayudan a ahorrar combustible. Una de esas páginas, www.GasBuddy.com, busca el surtidor más económico de la zona; la otra, www.fueleconomy.com, traza el camino más corto de un punto a otro para gastar menos. "Pagar más de cien dólares en la estación de servicio es asunto de todos los días para la gente con camionetas familiares", dice un vendedor de Home Depot, de White Plains, estado de Nueva York. "Eso da miedo. Si el galón de nafta llega a 10 dólares (y la semana pasada estaba en 4,32, aunque ahora bajó a 3,99), vamos a caer en el infierno de la depresión."

Casi ochenta años después, la palabra depresión todavía eriza la memoria de las familias que sucumbieron a la crisis bursátil de 1929, cuyos efectos letales sobreviven en las novelas de Steinbeck y en las películas de la serie negra. Los historiadores coinciden en que las semillas del desastre pueden rastrearse en la torpeza de las administraciones de Hoover y Coolidge, y en la convicción de los conservadores en que los mercados podían regularse a sí mismos. Fue necesaria la audacia de un estadista brillante, como Franklin D. Roosevelt, para imponer planes que generaron trabajo, protegieron la salud, la educación y los ahorros de los sectores más bajos. Dos de las casas que se construyeron frente a la mía datan de esa época. Son modestas, tienen un pequeño jardín y se terminaron de pagar en 1956, sin traumas.

La tradición popular supone que los años de Roosevelt fueron luminosos hasta que les cayeron las sombras de Pearl Harbour, en 1941. Fue antes de esa época cuando, en 1933, una ley conocida como la Glass-Steagall, impidió que los bancos comunes jugaran en la bolsa y luego no tuvieran cómo devolver los ahorros a los ciudadanos. Las paradojas, sin embargo, entorpecen hasta las mejores intenciones. Algunas firmas de Wall Street franquearon el obstáculo y crearon los bancos de inversión que están ahora en el centro de la tormenta. Son los que compraron los fondos hipotecarios dudosos, los partieron y los reagruparon en nuevas inversiones que volvieron a colocar, permitiendo que se pagaran salarios como el de Richard Fuld, director ejecutivo de la quebrada Lehman Brothers: 45 millones de dólares el año pasado. Como tantos otros bancos de inversión, Lehman Brothers y Fuld se desbarrancaron cuando la gente no pudo seguir pagando sus hipotecas.

No es a los especuladores y timberos de Wall Street sino a los norteamericanos endeudados que quieren mantener sus casas y no pueden a los que -según cree el candidato demócrata Barack Obama- debería ir el apoyo que se está pidiendo al Estado. Lo ha dicho su asesor Stiglitz: "Podemos fomentar la renegociación de las hipotecas para que menos personas se vean obligadas a perder sus casas. Pero ningún inversor privado querría quedarse con estos valores que se imponen por la fuerza a los contribuyentes". Stiglitz recomienda lo que hizo la Corporación de Préstamos a Propietarios de Hogares (HOLC), creada durante la Gran Depresión: compró las hipotecas difíciles de pagar y las refinanció para que la gente mantuviera sus casas y aportara recursos legítimos al sistema financiero.

Obama, senador como su adversario, John McCain, prefiere reflexionar un poco antes de aprobar el salvavidas de dinero que quiere imponer el presidente Bush. Obama recordó que, ante la evidente inutilidad de los recortes de impuestos a las corporaciones, es "absolutamente necesario" un recorte de impuestos a la clase media. Aprovechó la ocasión para enfatizar su campaña de cambio: "Si queremos que la economía crezca, si queremos prevenir que una crisis como ésta vuelva a suceder, debemos cambiar a Washington. Debemos reformar nuestro sistema político, basado en el lobby. Debemos reformar las reglas que le permiten a Wall Street hacer cualquier cosa y pasarle la cuenta al pueblo".

Mientras tanto, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, exige que los 700.000 millones de dólares se concedan ya mismo. Dice que sabe lo que hace, y sin duda lo sabe.

Hasta 2006, cuando se integró al gobierno actual, fue presidente de otro banco de inversión que sucumbió a la crisis, Goldman Sachs. Al retirarse, recibió 38,5 millones de dólares en concepto de su último bono, y ahora enfrenta en el Congreso la exigencia de una cláusula a la ley de rescate que limite los salarios de siete dígitos en Wall Street.

Aunque se manifiesta "incómodo" por la exigencia de votar a libro cerrado, el candidato John McCain defiende el pedido de Washington. "Vamos a hacernos cargo de esos préstamos malos", ha dicho. "No niego que sea enredado, no niego que sea costoso. Pero tenemos que detener la sangría."

"Sería el rescate mayor de la historia norteamericana", dice un médico de Albany, capital del estado de Nueva York. "Permitiría que las instituciones financieras afectadas pudieran seguir dando créditos y no se ahogaran. Si eso sucede, la tempestad se llevará muchos empleos. Pero no estoy de acuerdo, porque esos 700.000 millones saldrán del bolsillo de los contribuyentes, y endeudarán a nuestros hijos y nietos. Compraríamos valores que nadie sabe si alguna vez podremos recuperar. Es una historia ya conocida: mil millones aquí, mil millones allá y así hemos llegado a un déficit enorme, cuando Bush asumió con superávit. Podemos estar ante la puerta de un futuro peor."

El presidente que los norteamericanos elijan en noviembre cargará con el costo de esta crisis que supera al "lunes negro" de 1987, el tequilazo de 1994, la cesación de pagos de Rusia en 1998 y la explosión de la burbuja puntocom en 2000. El default argentino de 2001 -que para Paul O Neill, entonces secretario del Tesoro, iba a ser pagado por "los plomeros y los carpinteros" norteamericanos- representa, modestamente, el 20 por ciento de la quiebra de una sola empresa, Lehman Brothers. Aún no se sabe cómo se escribirá la historia, pero todo parece indicar que, en el otoño boreal de 2008, está naciendo un crac tan letal como el de 1929.

El Consenso de Washington, que pregonó el neoliberalismo en todos los continentes y dejó una estela de pobreza en América latina, acaba de fracasar en su país natal y ahora requiere un salvavidas del Estado, que era una institución tabú. Los caminos que elijan Obama o McCain serán, sin duda, diferentes, pero la responsabilidad que asumen es la misma: definir el destino de un mundo donde la crisis ha golpeado a la primera potencia sin que aún se pueda vislumbrar en el horizonte un camino nuevo.

25 de septiembre de 2008

- PIZARNIK -




ALEJANDRA PIZARNIK


POETISA PORTEÑA



Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29 de Abril de 1936, en una familia de inmigrantes de europa oriental.

Estudió filosofía y letras en la Universidad de Buenos Aires y, mas tarde, pintura con Juan Batlle Planas.





Entre 1960 y 1964, Pizarnik vivió en París donde trabajó para la revista "Cuadernos" y algunas editoriales francesas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona.

Luego de su retorno a Buenos Aires, Pizarnik publicó tres de sus principales volúmenes, "Los trabajos y las noches", "Extracción de la piedra de locura" y "El infierno musical", así como su trabajo en prosa "La condesa sangrienta".





En 1969 recibió una beca Guggenheim, y en 1971 una Fullbright. El 25 de septiembre de 1972, mientras pasaba un fin de semana fuera de la clínica siquiátrica donde estaba internada, Pizarnik murió de una sobredosis intencional de seconal.



ANILLOS DE CENIZA

Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.



24 de septiembre de 2008

- UNICATO Ó FEDERACION -




¿Somos una república federal o unitaria?


Por Alieto Aldo Guadagni
Para LA NACION




Alberdi fue muy claro cuando afirmó en las Bases: "Estando a la ley de los antecedentes y al imperio de la actualidad, la República Argentina será y no podrá menos de ser un Estado federativo, una República nacional, compuesta de varias provincias". Es por eso que nuestra constitución establece, en su artículo 1º, que la nación argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal.

Esta disposición fundacional, adoptada en 1853, clausuró décadas de cruentos enfrentamientos entre los unitarios y federales, que surgieron cuando las entonces Provincias Unidas del Río de la Plata proclamaron su independencia, en 1816. La disputa por la apropiación de las rentas fiscales, particularmente las de la aduana de Buenos Aires, es una de las claves para entender estos enfrentamientos previos a la organización nacional de la segunda mitad del siglo XIX.

La coparticipación automática de los impuestos nacionales entre la Nación y las provincias sólo se estableció en 1935, después de que la Nación creara nuevos impuestos directos, como el impuesto a los réditos. Este régimen fue sometido a revisión en distintos momentos: en 1973, se aprueba la ley que unifica los sistemas vigentes y se establece para la distribución entre provincias un método explícito, basado en el principio de posibilitar la igualdad de trato ?en cuanto a la provisión de servicios provinciales? de todos los habitantes del país. Durante el trienio de la administración justicialista (1973-1975), se incrementa la coparticipación automática en favor de las provincias. Así, se alcanza durante 1975 el 52,4 por ciento de la recaudación total de impuestos nacionales.

Como la entonces vigente ley de coparticipación caducó en 1984, el país careció de una ley especifica durante el trienio 1985-1987. En enero de 1988, se sanciona una ley de carácter transitorio, ya que su vigencia estuvo limitada a tres años. Esta ley estableció que del total de recursos nacionales el 57,66 por ciento iría a las provincias. Este nivel de coparticipación constituye el máximo valor histórico.

La Constitución de 1994 estableció, en su artículo 75, que corresponde al Congreso aprobar una ley que asegure a las provincias "la automaticidad en las remesas de los impuestos coparticipados". La Constitución es clara, ya que establece que la distribución entre la Nación y las provincias "contemplará criterios objetivos de reparto: será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional".

Este mandato constitucional está aún incumplido, y así se puede explicar hoy la enorme concentración de los recursos en manos del Tesoro nacional en desmedro de las provincias. Hoy se transfiere automáticamente a las provincias apenas el 25 de la recaudación nacional, o sea el valor más bajo de los últimos cincuenta años (en 2001, último año de la convertibilidad se coparticipaba el 36 por ciento). Señalemos que algo similar había ocurrido durante los gobiernos militares (1966-1973) y (1976-1983). Al final del último gobierno militar apenas se coparticipaba el 29 por ciento del total recaudado por la Nación. Como hemos visto, cuando se restauró la democracia la administración del presidente Alfonsín, con el apoyo del gobernador bonaerense Cafiero, duplicó este porcentaje, en 1988.

La masiva protesta agraria de los últimos meses rechazó los aumentos a los impuestos sobre la exportación, pero también movilizó a muchas provincias que se veían perjudicadas porque estos fuertes tributos no volvían automáticamente a los pueblos del interior del país, ya que no integraban la masa de recursos coparticipables.

La protesta no fue sólo en defensa de la producción rural, sino también del federalismo fiscal y por esa razón evoca los enfrentamientos del pasado, jugando hoy la administración Kirchner y ayer los gobiernos militares, el papel del partido unitario del siglo XIX. Si bien es cierto que la Nación realiza transferencias adicionales de fondos a las provincias, éstas no están sujetas a normas objetivas que determinen cuál debe ser esta distribución. No existen reglas, sino decisiones discrecionales que debilitan la autonomía política de los gobiernos provinciales. Sin un régimen de coparticipación automática de fondos, el federalismo se convierte en una ficción, por la clara dependencia de los gobiernos provinciales de la Casa Rosada, como lo evidencia el grave diferendo con la provincia de Córdoba.

El reciente conflicto agrario ha incorporado a la agenda de las políticas públicas la cuestión del federalismo en su dimensión económica, es decir el federalismo fiscal. Es cierto que las movilizaciones rurales y también urbanas que tuvieron lugar por varios meses a lo largo y ancho de nuestro territorio fueron provocadas por la desmedida alza en la presión tributaria sobre el campo. Pero a poco de iniciada esta protesta emergió un reclamo generalizado por una distribución regionalmente equitativa de los tributos que aporta el interior. Este reclamo es justificado, si se tienen en cuenta las exigencias que tienen las provincias, que deben afrontar el triple desafío más exigente que plantea la sociedad argentina, que reclama más seguridad, mejor educación y buenos servicios de salud. Y estas tres demandas son hoy responsabilidad de las provincias. No olvidemos que las provincias ahora son responsables de la totalidad de la educación primaria y secundaria en todo el país. Además, señalemos que las finanzas provinciales se han deteriorado este año y ya se comienzan a registrar crecientes déficits presupuestarios.

Este cuadro se agravará durante 2009, ya que la inflación impulsa alzas salariales que impactan fuertemente en las provincias y municipios (más de la mitad del gasto en estas jurisdicciones son salarios). Del total de empleados públicos, alrededor del 80 por ciento ?es decir, algo más de 1,6 millones? son provinciales o municipales. Es evidente que se necesita una ley de coparticipación que promueva la igualdad de oportunidades de todos los argentinos. Pero también necesitamos un régimen tributario federal, es decir, basado en impuestos directos, como ganancias (que se coparticipa con las provincias) o a la tierra (que es íntegramente provincial), y no en retenciones que disminuyen la producción y la masa coparticipable y que no vuelven a las provincias, como bien señalaron los gobernadores de Córdoba y Santa Fe. Esperemos que la provincia más grande de la Nación asuma ahora su responsabilidad a través de sus gobernantes y legisladores en el Congreso, como ocurrió en 1988, ya que sin Buenos Aires no habrá fortalecimiento del federalismo fiscal.

El autor es director del Instituto Di Tella; fue secretario de Energía de la Nación.

23 de septiembre de 2008

- NERUDA -




Pablo Neruda

POEMAS DE AMOR


A 35 AÑOS DE SU MUERTE


Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, Neruda nació en Parral, Chile, en 1904Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946.





Su madre murió sólo un mes más tarde de que naciera él, momento en que su padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo Neruda cursó sus primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Allí también comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a Santiago, donde publicó sus primeros poemas en la revista Claridad.

Tras publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética, señalada por la transición del modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.





Los problemas económicos indujeron a Pablo Neruda a emprender, en 1926, la carrera consular que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con García Lorca, Aleixandre, Gerardo Diego y otros componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social.

En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y escribió España en el corazón. Progresivamente sus poemas experimentaron una transición hacia formas herméticas y un tono más sombrío al percibir el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana.

De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia política que culminó con la exaltación de los mitos americanos de su Canto general. En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo, desde su escaño de senador utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina.





De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de Europa Oriental. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile. A partir de entonces, la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y un tono general de serenidad.





Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el Premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a Chile. De publicación póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido.





Falleció un día como hoy, 23 de septiembre, pero del año 1973.

21 de septiembre de 2008

- PRIMAVERA -





LA ESTACION MAS LINDA DEL AÑO




DIA DEL ESTUDIANTE





La Primavera el el renacer de la vida y la esperanza.
Es el comienzo de un nuevo ciclo que da vida y alegría.





La Primavera besaba


La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.

Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recorde-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.

Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
!Juventud nunca vivida
quién te volviera a soñar!

Antonio Machado


PRIMAVERA PORTEÑA




Astor Piazzolla

20 de septiembre de 2008

- DOS CIUDADES -




Historia en dos ciudades


Por Tomás Eloy Martínez
Para LA NACION



He visto fotos de los transeúntes curiosos que, al caer la tarde del 5 de septiembre pasado, se detenían ante la puerta del hotel Adlon, en la avenida Unter den Linden, mientras un abrumador cortejo de ochenta cámaras grababa para la televisión planetaria fragmentos del documental que se llamará 24 horas Berlín .

Zero One, la productora del documental, pretende que sus imágenes compitan con la mirada de Dios. Quiere registrar cada latido de la ciudad: escenas de pasión, de celos, partos, entierros, encuentros furtivos, enfermos en las salas de emergencia de los hospitales.

Esa pretensión de absoluto ignora que, por minuciosa que sea la representación del presente, a las cámaras se les escurre el pasado. Lo que estuvo alguna vez en un lugar ya no está más, y quizá lo que se ha perdido sea la razón de ser de ese lugar, el detalle esencial que sobrevivirá en los cielos de la historia.

En un álbum sobre la Berlín ya desaparecida he visto fotos de otros paseantes frente al hotel Adlon. Fueron tomadas en 1933, hace setenta y cinco años, poco antes de que los nazis avasallaran el poder y abrieran las puertas de un terror hasta entonces desconocido. A diferencia de las fotos de este 5 de septiembre, las de 1933 parecen las de una ciudad sumergida bajo las aguas. Las imágenes están disueltas en una luz turbia y los autos se ven como congelados en un horizonte de sueño. Frente al hotel Adlon, a pocos pasos de la Puerta de Brandenburgo, la avenida Unter den Linden estaba cortada entonces por un cantero donde languidecían los tilos. El cantero ya no existe, y los autos del presente se estacionan con indiferencia sobre esa frontera del pasado.

He visto fotos de los toldos que festoneaban la avenida en 1933: los toldos del hotel Adlon y los del café Schön, con mujeres de boina, en las terrazas, fumando pensativamente un cigarrillo, y hombres de peinado chato, rígido de gomina. Tanto el Adlon como el Schön fueron destruidos por la guerra y ya nadie recuerda si el café y el hotel que ahora llevan esos mismos nombres se les parecen en algo. Pero las mujeres de boina siguen asomándose tras las cortinas del pasado, bajando de un tranvía o atravesando las verjas doradas de la Kurfürstendamm -la calle a la que todos llaman Ku damm, eje del antiguo Berlín occidental-, con el cigarrillo todavía en alto, inmunes a las averías del tiempo. He visto, en el álbum de 1933, fotos de ciclistas, de tranvías, de vendedoras de flores confiadas en el futuro. Entonces casi no quedaba futuro, pero los berlineses no lo sabían y se aferraban a la vida con desesperada felicidad. Es difícil reconocer en la ciudad desafiante descripta por el documental de Zero One -una Berlín detenida en la eternidad del puro presente- algunas briznas de la capital que los nazis prometían rescatar de un pasado decadente mientras se preparaban para sumirla en un futuro de desgracias.

Muy pocos años antes de aquellas fotos de 1933, Berlín creía que su disipación y su locura no tendrían fin. Los travestis bailaban y se besaban en los cabarets, mientras en los escenarios se sucedían los payasos y las canciones de doble sentido. En los cafés se expresaban sin miedo los hermanos Heinrich y Thomas Mann, Bertolt Brecht, el dibujante George Grosz -padre de las sátiras gráficas-, y el gran director Fritz Lang, a quien Hitler y su ministro Goebbels querían encomendar la creación de una empresa nazi de cinematografía para competir con Hollywood. Apenas Lang lo supo, tomó el primer tren a París y se refugió en los Estados Unidos, donde todo era mejor pero nada era lo mismo.

Desde las mesas del Schön, al caer la tarde se veía pasear a Marlene Dietrich por la Unter den Linden, del brazo con el director Josef von Sternberg. Marlene era una corista casi desconocida, pero estaba filmando El ángel azul , en el que mostraría unas piernas perfectas que entonces eran únicas, pero que ahora son frecuentes en Berlín. Hitler y sus acólitos peroraban contra la decadencia alemana y ofrecían poner remedio a la pobreza, que en 1933 era tan grave como evidente. No decían cómo lo harían, aunque quienes prestaban atención a sus discursos de odio -como Brecht, como Grosz, como la propia Marlene- podían vislumbrar el rumbo que estaba por tomar la realidad.

En el Berlín de Zero One, la capital parece haber renacido con un espíritu nuevo. Los berlineses hablan de sus proyectos y, aunque las culpas del nazismo siguen atormentándolos -o acaso por eso mismo-, trabajan para el futuro con la energía de un recién nacido.

A comienzos de 1933, cuando fue ungido canciller del Reich, a Hitler no le gustaba que los alemanes leyeran otro libro que su Mein Kampf . Como todos los tiranos de la historia, no concebía un pasado sin él. Se proponía destruir las creaciones humanas que lo habían precedido, sobre todo si eran creaciones nobles. Quería suprimir la música de Alban Berg y de Schönberg, los libros de Freud, de Franz Werfel y de Wittgenstein. Los pensamientos y los sentimientos que habían precedido al nazismo no tenían derecho a sobrevivir ni a ser recordados.

La historia es cíclica y ciertos hechos persisten en regresar. El 10 de mayo de 1933, hacia las siete de la tarde, una procesión de tres mil estudiantes convergió en la plaza de la Opera, medio kilómetro al oriente del hotel Adlon, y levantó una gigantesca pila de leños. Sobre el altar del sacrificio, la muchedumbre bárbara arrojó libros de Jakob Wassermann, Stefan Zweig, Erich Maria Remarque, Heinrich Mann, Walther Rathenau, Albert Einstein y Hugo Preuss, que había redactado la constitución democrática de la República de Weimar. El holocausto incluía también, con voracidad universal, a escritores no alemanes: Jack London, H.G.Wells, Helen Keller, André Gide, Emile Zola. Las bibliotecas de los alrededores fueron saqueadas y el propio ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, enriqueció el túmulo funerario con unos diez a doce camiones llenos hasta el tope de Talmudes, Biblias, Misnás y otros corderos propiciatorios del sacrificio judío.

Uno de los estudiantes, trepado sobre un mesón, leyó la carta de oprobio y la orden de ajusticiamiento: "Por el bien de la patria, vamos a quemar todos aquellos libros y folletos que contengan pensamientos u opiniones agraviantes para nuestro ser nacional, el hogar alemán y las fuerzas motrices de nuestro pueblo". Nadie sabía muy bien en qué consistían los valores de los que estaba hablando, pero el estudiante rugió y nadie se atrevió a no rugir.

El historiador William L. Shirer, que estaba en la plaza, refiere que un oficial de las SA clamó en ese momento: "¡Matemos a los escritores! ¡Matemos a los periodistas!". Y el narrador norteamericano Christopher Isherwood, que contemplaba desde la ventana de su hotel aquel espectáculo de pesadilla, recordaría más tarde: "Eran hombres dispuestos a matar, a violar, a cualquier allanamiento de la libertad o de la persona que pudiera saciar sus infinitos resentimientos. La ciudad entera yacía bajo un temor contagioso. Pude sentirlo en mis huesos, como si fuera una gripe".

La otra alma del pueblo alemán (pues había otra) yacía aquella noche entre las cenizas, aunque aún seguía viva. He visto fotos de cuando esa alma volvió a levantarse, el 5 de septiembre pasado. Un puñado de estudiantes -no eran tres mil pero eran muchos- caminó por la avenida Unter den Linden hacia la antigua plaza de la Opera, que ahora se llama August Bebel, en memoria de un político socialdemócrata al que apasionaban los libros. Los estudiantes dejaron un colchón de flores en el mismo sitio donde hace setenta y cinco años se alzaba la infame pira de los nazis. Sobre las flores depositaron algunos de los títulos incinerados: obras de Freud, de Werfel, de Stefan Zweig, de Thomas Mann. He visto esas imágenes entre los fragmentos de 24 horas Berlín que los amantes de la ciudad captaron mientras se grababa el documental.

Aunque los lugares siguen en pie, la memoria los transfigura y los redime. Como no puede modificarlos, los ilumina. La historia es cíclica, pero cuando algunos hechos del pasado regresan, los seres humanos son ya, felizmente, otros.

18 de septiembre de 2008

- OTRAS FORMAS -





FOTOGALERÍA EN EL IVAM



La narración que revolucionó el arte





El discurso frente a la abstracción





Referencias al cómic, a la prensa, a la publicidad, repetición de imágenes y crítica al mundo político y a la sociedad de consumo son las bases de la exposición 'La figuración narrativa' que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) acoge desde hoy y hasta el 11 de enero. La exposición, recoge las obras más relevantes de un movimiento que discurrió paralelo al pop-art americano y se opuso a la abstracción pictórica imperante y al conformismo artístico de la época.

Contra la 'pintura bella'




Un total de 116 piezas de 24 artistas conforman la muestra que ha presentado hoy la directora del museo, Consuelo Císcar, acompañada de los comisarios de la exposición, Jean-Paul Ameline y Bénédicte Ajac, y entre las que hay obras del español Eduardo Arroyo, el italiano Antonio Recalcati o el suizo afincado en Sitges, Peter Stämpfli. La exposición incide en los primeros doce años del movimiento, etapa comprendida entre 1960 y 1972, cuando una serie de artistas llegan a París desde toda Europa y buscan renovar la imagen mediante la narración. La corriente toma postura en contra de "la pintura bella" para dar paso a una pintura "brutal y franca" que refleja las imágenes cotidianas generadas por la sociedad de consumo.

Una asombrosa corriente silenciada




Arroyo ha manifestado que en ese momento incluir símbolos, literatura, humor o anécdotas en los cuadros era algo "denostado" pero que los artistas de la figuración narrativa "envolvían su obra con estos elementos". En este sentido, ha reconocido que ha sido una corriente "silenciada y combatida que ahora está sorprendiendo al mundo", una idea que ha confirmado Stämpfli al considerar la exposición como "una gran oportunidad para ver estas obras que han estado escondidas". La exposición se divide en seis secciones, desde los inicios hasta la etapa final marcada por el compromiso político, pasando por las mitologías cotidianas -título de la primera muestra del movimiento en 1964-, los objetos e historietas, el arte de la descontextualización y el vínculo con la novela negra.

Viejas obras 'acabadas de pintar'




El pintor español ha destacado la "modernidad y actualidad" de las obras que a pesar de tener más de cuarenta años "parecen acabados de pintar", lo que demuestra lo avanzado de su concepción y su plena vigencia. Los cuadros se caracterizan por incluir iconografía popular, mucho color, el uso de técnicas como las del cartelismo, y de la pintura colectiva en contra de los talleres así como referencias a la situación política (el líder chino Mao Tse Tung o la guerra de Vietnam) y a la sociedad de consumo (automóviles, compañías petrolíferas o rebajas en las tiendas). Algunas de las obras más críticas se apoyan en materiales como el espejo para complementar las obras y manifestar su voluntad de "reflejo de lo cotidiano".

La narración, al desnudo




Jean-Paul Ameline ha subrayado que el objetivo de los artistas que formaron parte del movimiento era hacer de la pintura "una herramienta eficaz para mostrar la realidad" y ha recalcado el "gran sentido" que tienen estas pinturas para las generaciones de hoy en día. No obstante el discurso crítico y el universo visual propio de la figuración narrativa la diferencia del arte de la constatación, como el pop-art o el nuevo realismo de aquella época. Esta muestra, fruto del convenio de colaboración del IVAM con la Reunión de Museos Nacionales de París y patrocinada por Bancaja, llega a Valencia después de pasar por el Grand Palais de la capital francesa. Al respecto, Eduardo Arroyo ha matizado que mientras a exposición de París era más didáctica y explicativa, la ventaja del IVAM es que presenta "las obras al desnudo".

17 de septiembre de 2008

- ROUX -




GUILLERMO ROUX


ARTISTA


CONTEMPORANEO





Guillermo Roux, nació el 17 de setiembre de 1929 en Buenos Aires. Su padre, dibujante e ilustrador, fue su primer maestro. En 1944 ingresó como dibujante en la editorial fundada en 1936 por Daniel Quinterno y decidió abandonar sus estudios secundarios para ingresar a la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, donde fue alumno de Lorenzo Gigli y Corinto Trezzini.





En 1953 realizó su primera exposición individual en la galería Peuser. En 1956 decidió realizar un viaje de estudios a Italia, país en el que residió tres años. Trabajó restaurando frescos y mosaicos, estudió a los maestros del renacimiento y continuó con su producción.





En 1960 regresó al país y se instaló por siete años en San Salvador de Jujuy, donde trabajó como maestro. En esta etapa comenzó su interés por el arte contemporáneo y afianzó su oficio de pintor en la realización de pintura de paisajes. En 1966, viajó a Nueva York.

Realizó trabajos publicitarios e ilustraciones de libros y conoció la obra figurativa de Diebenkorn (1922-1993) y Hopper (1882-1967), en la que encuentra una profunda afinidad estética por sus referencias poéticas a la alienación humana del siglo XX.





Entre 1971 y 1972 realizó una serie de tintas que tituló “Muebles y personajes”. Éstas constituyeron el antecedente de sus grandes acuarelas, etapa que comenzaría en 1973. Roux desmembra con sutileza la figura humana, funde lo que queda de su integridad con objetos -muebles, instrumentos musicales- y obtiene imágenes combinadas en las que plantea relaciones equívocas.






Concebidas con un lenguaje realista, desafían el orden de la naturaleza y la apariencia real de las cosas en un ambiente de tono poético y metafísico. La acuarela se convertirá en el medio de expresión elegido, el que le permitirá resolver un problema que atraviesa su producción: lograr la síntesis de dibujo y color.





Lector a orillas del Paraná, obra fechada en 1986, ingresó al museo Castagnino luego de que Guillermo Roux recibiera el Premio Rosario otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes y la Fundación Museo Castagnino en 1984. La acuarela se relaciona con su producción de la década del 70, en la que el artista pone su minuciosidad técnica al servicio de la representación de cada detalle y textura tanto como a la articulación de cada fragmento, logrando una imagen no exenta de ironía y humor.





El reconocimiento y la proyección internacional de Roux se inician en la década de 70. En 1979 le fue otorgado el Premio “Dr. Augusto Palanza” por la Academia Nacional de Bellas Artes. En los 80 expuso en Nueva York y en la Bienal de Venecia (1982). Roux se trasladó a París en 1987 donde el Centro Pompidou le financió taller y vivienda. En 1990 fue designado Académico de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes.





En 1998, realizó una exposición retrospectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires.

16 de septiembre de 2008

- ¿ ? -







No sabe,



No contesta...




Por Pepe Eliaschev
Diario Perfil


En medio del furor provocado por el deprimente empeoramiento de las relaciones con los Estados Unidos, quedan ángulos inexplorados que gravitan mucho en la escena nacional. Sería razonable no perder de vista, por ejemplo, los similares rasgos de personalidad política en protagonistas diferentes.

Son mujeres y comparten una displicencia esencialmente autoritaria. Emiten opiniones densas y fuertes, con esa naturalidad propia de quien no hizo otra cosa que mandar en su vida, como si fueran líderes por definición.

La Presidenta, una de estas mujeres, sigue desafiando el saludable prurito que aconseja a los jefes de Estado no comentar asuntos de otros países ni convertirse en un opinador profesional.

Es la primera mandataria del país y tiene vigente un contrato de cuatro años extendido por los argentinos para dirigir el país. Sin embargo, no parece querer, o tal vez no puede, contener sus afanes de comentarista.

Si hace pocas semanas anduvo diciendo que le encantaba Barack Obama y que el Banco de España debería dedicarse a mejorar la economía de los españoles, estos últimos días tuvo tiempo para proclamar su envidia por la burguesía brasileña y arremeter contra las evaluadoras de riesgo de los Estados Unidos, dándose el lujo de aludir sarcásticamente al salvataje de financieras norteamericanas.

El Gobierno, además, volvió a victimizarse con los Estados Unidos: para la Casa Rosada, la Casa Blanca está obsesionada con derrocar al gobierno Kirchner.

Pero la verdad es que el de Cristina no es un caso aislado.

Desde otra perspectiva, sobrecoge la contundencia con que Elisa Carrió sigue sin dar cuenta de sus movimientos, reflexiones y opciones políticas. Es una mujer que desde hace años habla de la necesidad de una nueva forma de hacer política, pero aun cuando se fue por su propia decisión del partido que ayudó a crear, este fin de semana presidió una convención de ese espacio, al que ahora vuelve. Pero también se había ido del Congreso y renunció a su banca hace menos de un año. Sin embargo, ahora dice que en 2009 una lista de diputados encabezada por ella misma y el especialista financiero Alfonso De Prat-Gay sería el equipo de sus sueños.

¿Por qué se fue Carrió de ARI y del Congreso y por qué ahora quiere regresar a ambos? Misterio en la noche. Tampoco se sabe con qué estómago digiere la Coalición Cívica un sistema de toma de decisiones donde nada escapa al departamento del 9º piso de Santa Fe y Paraná en el que vive Carrió, desde donde, cada día, se expresa por radio, o desde donde parte a los estudios de TV, que ha trajinado tanto.

Carrió ya se proclamó candidata a diputada por la Capital Federal en 2009 y eligió a De Prat-Gay para que la escolte en el segundo lugar, sin la mediación de congresos partidarios, ni internas, ni asambleas.

Así, Cristina y Lilita tienen en común el hábito de opinar, santificar, execrar, salvar y condenar, sin pudores ni continencias elementales. Sus voces parecen emanar de un poder eterno e inefable, incuestionado e imperturbable. Al interior de sus respectivos espacios, ¿alguien –acaso– pregunta, interroga, profundiza, inquiere, cuestiona?

Esa naturalidad en el ejercicio del poder se hizo rasgo proverbial de una Argentina funcionalmente adaptada a que las irregularidades sean lógicas y la excepcionalidad sea un dispositivo permanente.

Néstor Kirchner, por ejemplo, es el Primer Caballero en una residencia presidencial de Olivos convertida en unidad básica peronista. Aparentemente harto de las oficinas de Puerto Madero que habitó a comienzos de año, y alérgico a pisar la fantasmal sede del Partido Justicialista, el ex presidente despacha desde “la quinta” con legisladores, intendentes y dirigentes del peronismo, con los que arma proyectos políticos.

Son emprendimientos partidarios, desde luego, pero en la Argentina nadie parece escandalizarse de que lo haga en una residencia que no es suya, sino del Estado, habilitada para que allí viva, mientras dura su contrato, el empleado público de mayor rango, la Presidenta.

Con la misma frescura con que se usa la flotilla aérea presidencial para ir y venir de El Calafate desde 2003, Néstor K ha convertido Olivos, desde diciembre de 2007, en unidad básica de política partidaria pura y dura, sin que el país se fastidie demasiado.

Lo extraño es natural y lo inconveniente prevalece. ¿Con qué amenaza a los sindicalistas del proletariado docente el gobernador Daniel Scioli? Con efectividades conducentes: si me hacen huelga, les arruino diciembre y los hago trabajar, los intimó.

Los docentes hicieron un nuevo paro el pasado miércoles, formalmente en rechazo al aumento salarial del 12% ofrecido por Scioli. Dejaron sin clases a 4.500.000 alumnos. Con esa huelga, ya les hicieron perder una semana completa de clases de este ciclo lectivo 2008.

Pero si Scioli ordenó que (por ahora) no se pagaran los cinco días de paro acumulados, es mortificante recordar que cuando asumió, en diciembre, una de sus primeras medidas fue revertir una medida similar del ex gobernador Felipe Solá, que antes de terminar su mandato descontó días de huelga. Scioli les pagó esos días a los sindicalistas, de modo que durante este año hicieron huelgas seguros de que cobrarían como si hubieran trabajado.

En una sociedad patas para arriba, el mejor recurso para domar a los irascibles gremialistas de la educación es insinuar que tengan que dar clase, extravagancia nacional parecida a esa idea criolla y alucinante de trabajar “a reglamento”, para que nada funcione, de lo cual se deduce que el “reglamento” es carcajada, letra muerta, falta de respeto.

El Gobierno argentino tampoco explica la denuncia del fiscal Thomas Mulvihill en el juicio por la valija bolivariana con 800 mil dólares. El magistrado norteamericano ha divulgado grabaciones reveladoras de que la valija de Antonini Wilson llevaba dólares para la campaña de Cristina Kirchner.

Lo descomunalmente grave es que ese episodio de ilegalidad monumental involucra a funcionarios argentinos y venezolanos, que aterrizaron en Buenos Aires en una aeronave alquilada y fletada por el Estado argentino.

Es la misma filigrana pastosa y execrable respecto de las irregularidades en el Ejército relacionadas con el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner en 2007, que parecen explicar varios ascensos aprobados por el tan objetado y procesado comandante Roberto Bendini durante el período 2007/2008.

Ninguno de estos graves asuntos parece alterar la impavidez oficial, como si fuera cierto que lo que no se menciona no existe.

En casi todo lo que se dice y se hace, nadie asume nada de lo que le corresponde. En la Argentina nadie responde las preguntas verdaderas. Permanecen en la intemperie, sometidas a la penuria de una época desangelada.

14 de septiembre de 2008

- BIOY CASARES -




15 de Septiembre


Nacimiento de Adolfo Bioy Casares


Uno de los grandes de nuestra ficción



El 15 de septiembre de 1914 nace en Buenos Aires Adolfo Bioy Casares. A los once años escribe su primera novela, Iris y Margarita –plagiando a "Petit Bob" de Gyp, para una prima de la que estaba perdidamente enamorado. A los catorce, Vanidad o Una aventura terrorífica, cuento fantástico y policial.





En 1932 conoce, en casa de Victoria Ocampo, a quien será su amigo y colaborador: Jorge Luis Borges y, dos años más tarde, a Silvina Ocampo, quien junto a Borges lo convencerá de abandonar los estudios y dedicarse exclusivamente a escribir, y con quien se casará en 1940.





Ese mismo año publica La Invención de Morel, su obra más famosa y convertida hoy en un clásico de la literatura contemporánea. Bioy y Borges forman por años un formidable duo creativo que produce obras como Un modelo para la muerte, Libro del Cielo y del Infierno y las Crónicas de Bustos Domecq, la mayoría de las cuales son firmadas con el seudónimo común de H. Bustos Domecq.





En 1954, año en que publica El sueño de los héroes, nace su única hija, Marta. En 1969 aparece Diario de la guerra del cerdo, llevada posteriormente al cine por Leopoldo Torre Nilsson. Entre otros premios y galardones, recibe en 1975 el Gran Premio de Honor de la SADE, es nombrado Miembro de la Legión de Honor de Francia en 1981, Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1986 y es galardonado en 1990 con el Premio Cervantes.





Considerado por Jorge L. Borges como uno de los mayores escritores argentinos de ficción, Bioy Casares es dueño de una vasta obra en donde la la fantasía y la realidad se superponen con una armonía magistral. La impecable construcción de sus relatos es, quizá, la característica que con mayor frecuencia ha destacado la crítica con respecto a su obra.




Adolfo Bioy Casares murió en la Ciudad de Buenos Aires el 8 de marzo de 1999.

Entre sus obras figura:

Novelas:

• La invención de Morel (1940)
o Prólogo de J.L.Borges
• Plan de evasión (1945)
• El sueño de los héroes (1954)
• Diario de la guerra del cerdo (1969)
• Dormir al Sol (1973)
• La aventura de un fotógrafo en La Plata (1985)
• Un campeón desparejo (1993)
• De un mundo a otro (1997)
o Capítulos I,II,II





Cuentos:

• Prólogo (1929)
• 17 disparos contra lo porvenir (1933)
• La estatua casera (1936)
• Luis Greve, muerto (1937)
• La trama celeste (1948)
o En memoria de Paulina
• Las vísperas de Fausto (1949)
• Historia prodigiosa (1956)
• Guirnalda con amores (1959)
• El lado de la sombra (1962)
• El gran serafín (1967)
• El héroe de las mujeres (1978)
• Historia desaforadas (1986)
o Nóumeno
• En viaje (1996) cartas a Silvina
o algunas cartas





Obras en colaboración:

• Seis problemas para don Isidro Parodi (1942), con J.L.Borges
• Dos Fantasías memorables (1946), con J.L.Borges
• Los que aman, odian (1946), con Silvina Ocampo
• Un modelo para la muerte (1946), con J.L.Borges
• Crónicas de Bustos Domecq (1967), con J.L.Borges
• Nuevos cuentos de Bustos Domecq (1977), con J.L.Borges