29 de junio de 2009

- EINSTEIN -




Albert Einstein


30 de junio de 1905


Teoria de la Relatividad




Albert Einstein sigue siendo una figura mítica de nuestro tiempo; más, incluso, de lo que llegó a serlo en vida, si se tiene en cuenta que su imagen, en condición de póster y exhibiendo un insólito gesto de burla, se ha visto elevada a la dignidad de icono doméstico, junto a los ídolos de la canción y los astros de Hollywood.





Sin embargo, no son su genio científico ni su talla humana los que mejor lo explican como mito, sino, quizás, el cúmulo de paradojas que encierra su propia biografía, acentuadas con la perspectiva histórica. Al Einstein campeón del pacifismo se le recuerda aún como al «padre de la bomba»; y todavía es corriente que se le atribuya la demostración del principio de que «todo es relativo» a él, que luchó encarnizadamente contra la posibilidad de que conocer la realidad significara jugar con ella a la gallina ciega.





Albert Einstein nació en la ciudad bávara de Ulm el 14 de marzo de 1879. Fue el hijo primogénito de Hermann Einstein y de Pauline Koch, judíos ambos, cuyas familias procedían de Suabia. Al siguiente año se trasladaron a Munich, en donde el padre se estableció, junto con su hermano Jakob, como comerciante en las novedades electrotécnicas de la época.





El pequeño Albert fue un niño quieto y ensimismado, que tuvo un desarrollo intelectual lento. El propio Einstein atribuyó a esa lentitud el hecho de haber sido la única persona que elaborase una teoría como la de la relatividad: «un adulto normal no se inquieta por los problemas que plantean el espacio y el tiempo, pues considera que todo lo que hay que saber al respecto lo conoce ya desde su primera infancia. Yo, por el contrario, he tenido un desarrollo tan lento que no he empezado a plantearme preguntas sobre el espacio y el tiempo hasta que he sido mayor».





En 1894, las dificultades económicas hicieron que la familia (aumentada desde 1881, por el nacimiento de una hija, Maya) se trasladara a Milán; Einstein permaneció en Munich para terminar sus estudios secundarios, reuniéndose con sus padres al año siguiente. En el otoño de 1896, inició sus estudios superiores en la Eidgenossische Technische Hochschule de Zurich, en donde fue alumno del matemático Hermann Minkowski, quien posteriormente generalizó el formalismo cuatridimensional introducido por las teorías de su antiguo alumno. El 23 de junio de 1902, empezó a prestar sus servicios en la Oficina Confederal de la Propiedad Intelectual de Berna, donde trabajó hasta 1909. En 1903, contrajo matrimonio con Mileva Maric, antigua compañera de estudios en Zurich, con quien tuvo dos hijos: Hans Albert y Eduard, nacidos respectivamente en 1904 y en 1910. En 1919 se divorciaron, y Einstein se casó de nuevo con su prima Elsa.





Durante 1905, publicó cinco trabajos en los Annalen der Physik: el primero de ellos le valió el grado de doctor por la Universidad de Zurich, y los cuatro restantes acabaron por imponer un cambio radical en la imagen que la ciencia ofrece del universo. De éstos, el primero proporcionaba una explicación teórica, en términos estadísticos, del movimiento browniano, y el segundo daba una interpretación del efecto fotoeléctrico basada en la hipótesis de que la luz está integrada por cuantos individuales, más tarde denominados fotones; los dos trabajos restantes sentaban las bases de la teoría restringida de la relatividad, estableciendo la equivalencia entre la energía E de una cierta cantidad de materia y su masa m, en términos de la famosa ecuación E = mc², donde c es la velocidad de la luz, que se supone constante.





El esfuerzo de Einstein lo situó inmediatamente entre los más eminentes de los físicos europeos, pero el reconocimiento público del verdadero alcance de sus teorías tardó en llegar; el Premio Nobel de Física, que se le concedió en 1921 lo fue exclusivamente «por sus trabajos sobre el movimiento browniano y su interpretación del efecto fotoeléctrico».





En 1909, inició su carrera de docente universitario en Zurich, pasando luego a Praga y regresando de nuevo a Zurich en 1912 para ser profesor del Politécnico, en donde había realizado sus estudios. En 1914 pasó a Berlín como miembro de la Academia de Ciencias prusiana. El estallido de la Primera Guerra Mundial le forzó a separarse de su familia, por entonces de vacaciones en Suiza y que ya no volvió a reunirse con él.





Contra el sentir generalizado de la comunidad académica berlinesa, Einstein se manifestó por entonces abiertamente antibelicista, influido en sus actitudes por las doctrinas pacifistas de Romain Rolland. En el plano científico, su actividad se centró, entre 1914 y 1916, en el perfeccionamiento de la teoría general de la relatividad, basada en el postulado de que la gravedad no es una fuerza sino un campo creado por la presencia de una masa en el continuum espacio-tiempo.





La confirmación de sus previsiones llegó en 1919, al fotografiarse el eclipse solar del 29 de mayo; The Times lo presentó como el nuevo Newton y su fama internacional creció, forzándole a multiplicar sus conferencias de divulgación por todo el mundo y popularizando su imagen de viajero de la tercera clase de ferrocarril, con un estuche de violín bajo el brazo.





Durante la siguiente década, Einstein concentró sus esfuerzos en hallar una relación matemática entre el electromagnetismo y la atracción gravitatoria, empeñado en avanzar hacia el que, para él, debía ser el objetivo último de la física: descubrir las leyes comunes que, supuestamente, habían de regir el comportamiento de todos los objetos del universo, desde las partículas subatómicas hasta los cuerpos estelares. Tal investigación, que ocupó el resto de su vida, resultó infructuosa y acabó por acarrearle el extrañamiento respecto del resto de la comunidad científica.





A partir de 1933, con el acceso de Hitler al poder, su soledad se vio agravada por la necesidad de renunciar a la ciudadanía alemana y trasladarse a Estados Unidos, en donde pasó los últimos veinticinco años de su vida en el Instituto de Estudios Superiores de Princeton, ciudad en la que murió el 18 de abril de 1955.





Einstein dijo una vez que la política poseía un valor pasajero, mientras que una ecuación valía para toda la eternidad. En los últimos años de su vida, la amargura por no hallar la fórmula que revelase el secreto de la unidad del mundo hubo de acentuarse por la necesidad en que se sintió de intervenir dramáticamente en la esfera de lo político. En 1939, a instancias de los físicos Leo Szilard y Paul Wigner, y convencido de la posibilidad de que los alemanes estuvieran en condiciones de fabricar una bomba atómica, se dirigió al presidente Roosevelt instándole a emprender un programa de investigación sobre la energía atómica.





Luego de las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, se unió a los científicos que buscaban la manera de impedir el uso futuro de la bomba y propuso la formación de un gobierno mundial a partir del embrión constituido por las Naciones Unidas. Pero sus propuestas en pro de que la humanidad evitara las amenazas de destrucción individual y colectiva, formuladas en nombre de una singular amalgama de ciencia, religión y socialismo, recibieron de los políticos un rechazo comparable a las críticas respetuosas que suscitaron entre los científicos sus sucesivas versiones de la idea de un campo unificado.

- CONDENA -




Se condenó a sí mismo



Joaquín Morales Solá
LA NACION
Noticias de Política



Quizá no lo supo o no lo quiso saber, pero Néstor Kirchner se condenó a sí mismo a la derrota el día en que les declaró a los ruralistas una guerra perpetua. Tampoco imaginó o no quiso imaginar que se sentenció él mismo al descalabro personal el día en el que decidió competir como candidato a diputado nacional por Buenos Aires. Era una buena táctica de campaña para disimular la irreparable pérdida de la mayoría parlamentaria; en el plazo que venció ayer, el resultado fue su ruina.

El kirchnerismo ha concluido anoche como ciclo político. El tiempo que le resta es el de un paisaje resbaladizo, en el que Kirchner hará lo que pueda ?o lo que quiera? para preservar una inestable gobernabilidad. Además, el peronismo tiene desde ayer el candidato que buscaba para relevar el liderazgo de Kirchner: es Carlos Reutemann, que ganó en Santa Fe contra la mayoría de los pronósticos. Reutemann es uno de los pocos referentes que el peronismo no discute.

Francisco de Narváez se erigió anoche en uno de los mayores líderes políticos de la Argentina y Julio Cobos se convirtió en el presidenciable de más peso de las corrientes no peronistas. De Narváez no sólo derrotó personalmente a Kirchner, el hombre fuerte de la Argentina durante los últimos seis años; también ganó en el mayor y más contundente distrito electoral del país. De Narváez estaba el viernes decidido a depositar en Mauricio Macri su apoyo presidencial. Aunque Macri no hizo una excelente elección en la Capital, tuvo ?debe reconocérsele? un papel protagónico en el proyecto que derrotó a Kirchner por primera vez en 22 años de política. De Narváez contó con el apoyo de Macri en el díscolo conurbano.

De Narváez le aconsejó a Macri, en la noche del viernes último, que lanzara su candidatura presidencial en las próximas 72 horas, si ellos ganaban la Capital y Buenos Aires. Esos triunfos sucedieron. De Narváez está dispuesto a negociar con Macri, Reutemann y Cobos la gobernabilidad de los tiempos inminentes. Lo cierto es que De Narváez sólo quiere despejar pronto el escenario de las futuras elecciones presidenciales.

Elisa Carrió cayó en la Capital, donde salió tercera, y en la provincia de Buenos Aires, donde también ocupó el tercer lugar. Ha cometido errores, aunque sería injusto desconocer que fue el primer exponente de la política argentina en denunciar los desaguisados institucionales del kirchnerismo y la corrupción de muchos funcionarios de confianza del ex presidente. Su candidatura presidencial se diluyó anoche. Hermes Binner terminó siendo víctima de la dura batalla santafecina entre dos presidenciables: él mismo y Reutemann. Binner, como Carrió, no podrá reivindicar un rol presidenciable en las próximas elecciones que definirán a un jefe de Estado.

Sólo Cobos, entre los principales líderes no peronistas, se alzó con un triunfo arrollador en Mendoza. ¿Es sólo casualidad que los tres hombres que tuvieron un notable protagonismo contra Kirchner en el conflicto contra el sector agropecuario (De Narváez, Reutemann y Cobos) hayan ganado en el domingo de elecciones? Seguramente, no. Una lectura de la derrota de Kirchner en Buenos Aires es el profundo rechazo que su figura provoca en el interior rural de la provincia, más profundo que el que estimaban las mediciones de opinión pública. Algo del conurbano se contagió también de esas fobias. Y Reutemann se alejó de Kirchner para que lo votaran los campesinos.

Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete, recurría ayer a Einstein: "Si sigues repitiendo los errores, no esperes resultados mejores", aguijoneaba. Y Kirchner redundó en su error de enfrentar al campo hasta ponerlo de rodillas. Llegó a hipotecar la única solución argentina para esquivar una parte de la crisis económica internacional con tal de no perdonarles a los campesinos la irreverencia de haberle dicho que no. Cometió demasiados errores nuevos: desde pronosticar un nuevo 2001, si resultaba derrotado, hasta pedirle públicamente a De Narváez que se presentara ante un juez sospechado y sospechoso. En los últimos tiempos, sólo se rodeaba de Hugo Moyano y del progresismo peronista, que no es malo por progresista, sino por antiguo.

Acorralado por derecha por De Narváez y por izquierda por Pino Solanas, lo que decantó ayer es que al ex presidente le quedan muy pocos seguidores, se mire por donde se mire. "Tendrá que parcelar el gabinete entre los gobernadores peronistas si quiere conservar el gobierno", se animó a predecir ayer un alto funcionario kirchnerista. ¿Aceptará Kirchner gobernar con un gabinete parcelado y con un Congreso en contra de él? El Congreso se formará con un oficialismo derrotado en casi todo el país. Su composición física cambiará el 10 de diciembre; su composición política se modificará desde mañana.

Anoche, en la intimidad de un debate consigo mismo, debió pensar que lo que sucedió ayer (cuando perdió hasta en su natal Santa Cruz, que dominó con mano férrea durante casi veinte años) fue algo más que una derrota: fue una guillotina que cayó, rápida y definitiva. No tiene mucho tiempo para contestar aquella pregunta sobre sus posibilidades de controlar el gobierno: los conflictos de la Argentina se abatirán sobre él y su esposa velozmente. Toda derrota opera sólo para diezmar el poder.

Kirchner pertenece a esa raza de políticos que no abandonan el poder hasta que los echan. La incógnita consiste en saber ?y aún no se sabe?si él considera que ayer la sociedad lo echó. Debió de ser una dura sorpresa para él si sus palabras íntimas de los últimos días ("Ganaremos Buenos Aires por más de 10 puntos") fueron sinceras. Si fue franco, entonces hay que creer que está desde hace mucho tiempo perdido en un laberinto de paranoias conspirativas.

Solanas fue la expresión de un voto moral y de rechazo a la corporación política tal como es. Al mismo tiempo, el más fenomenal aparato político del país, el peronismo bonaerense, caía batido por un recién llegado a la política. "Jugó la selección argentina contra Talleres de Córdoba. Y ganó Talleres", ironizó un peronista perdidoso.

Es cierto. El núcleo duro del poder se había derrumbado. Kirchner, Daniel Scioli, Sergio Massa, Alberto Balestrini y casi todos los intendentes del conurbano cayeron en un paisaje calcinado por esperanzas derrotadas.

28 de junio de 2009

- ARBOL -





28 de junio


Día Mundial del Árbol




El Día Mundial del Árbol fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial celebrado en Roma en 1969 y es ocasión propicia para recordar su importancia. Los árboles están junto al ser humano desde el principio de nuestra historia, por lo que sus beneficios son conocidos y aprovechados desde hace miles de años, aunque no por eso, olvidados también.





Los árboles resultan absolutamente esenciales para la vida de nuestro planeta: purifican el ambiente al oxigenar el aire, proporcionan sombra, mejoran sectores erosionados, humedecen el ambiente, reducen el ruido, son capaces de temperar el lugar donde se encuentran, ya que provocan sensación de frescura y humedad, incluso deteniendo las heladas con su follaje; producen alimentos y múltiples recursos, además de ser el hogar de muchos pájaros.
Los árboles están junto al ser humano desde el principio de nuestra historia, por lo que sus beneficios son conocidos y aprovechados desde hace miles de años, aunque no por eso, olvidados también.





El sentir que predominó en las culturas ancestrales fue la de un mundo encantado. El entorno era un lugar de pertenencia, de correspondencia. El hombre estaba ligado a la naturaleza y esta relación le daba significado a su vida. Las montañas, los ríos y las nubes eran contemplados como algo maravilloso y con vida. Dentro de este concepto, el árbol tenía un sentido sagrado para ellos: representaba una vida inagotable, los bosques eran inmortales al perpetuarse a través de los siglos, al ser fuente inagotable de recursos para la humanidad.





El canelo para los mapuches, la Ceiba para los mayas o la encina entre los celtas, demuestran la relación de respeto que tenía el hombre con su medio ambiente. Para ellos, el árbol sagrado es el eje de su mundo, un puente de trascendencia entre el mundo terrenal y espiritual.





Hoy, el hombre ha perdido su capacidad de encantarse, al resolver todo por medio de la razón, ha pretendido ser medida de todas las cosas cuando sólo es parte de un ecosistema mayor, ha olvidado mirar su alrededor y sorprenderse por el renacer de las flores en primavera, por el canto de las aves, por el baile sutil de las hojas en otoño.





Pilar fundamental de este reencantamiento del mundo es educar a las nuevas generaciones con principios integrales que valoren la importancia de los bosques más allá de las variables económicas. Educar para un cambio cultural, donde el hombre forme parte de un ecosistema que involucra a toda la naturaleza, y donde el bienestar de todos sus componentes nos llevará a mejorar la calidad de vida, y a frenar la destrucción del planeta y de nosotros mismos.
El Día del Árbol puede ser la excusa para reflexionar cómo la vida moderna nos ha llevado a olvidarnos de que sólo somos parte de un ecosistema mayor, a recuperar esa unión sagrada con todos los seres de la naturaleza y a tener una conducta más respetuosa con nuestro entorno.





Reflexionar cómo cada uno de nosotros puede ayudar a este cambio: los profesores, como agentes multiplicadores, pueden educar sobre las funciones e importancia de los bosques, la importancia de su protección y conservación, e incorporar en los currículos la educación ambiental; las organizaciones ambientalistas, a través de la educación no formal, pueden generar tomas de conciencia en torno a los problemas locales y globales de los bosques, y del deterioro del medio ambiente; los gobiernos deben generar políticas de desarrollo sustentable para la explotación de los bosques nativos, fomentar la producción a largo plazo y de bajo impacto ambiental, y promover el desarrollo de actividades alternativas como ecoturismo, artesanía, recolección de plantas medicinales, evitando proyectos con impacto irreversible en los bosques.


27 de junio de 2009

- SALUD MENTAL -















El ocaso de los manicomios

El valioso programa de tratamiento de enfermedades mentales que se hace en Río Negro se basa en la construcción colectiva

Noticias de Opinión
La Nación


Todavía hoy, aunque es evidente la mejora en el tratamiento y la consideración de los enfermos mentales, no dejan de perdurar conductas de abandono por parte de las familias y las comunidades. En el fondo, en esos comportamientos prevalecen aún, en pleno siglo XXI, el miedo y los prejuicios tradicionales heredados con respecto a la potencial violencia atribuida a estos pacientes.

Sin embargo, hay un concepto moderno para el cuidado de estos enfermos, que se impone hacer una construcción colectiva de la salud mental, y que está teniendo aplicación en la provincia argentina de Río Negro. Efectivamente, allí se viene desarrollando un valioso programa de tratamiento de las enfermedades mentales, bajo la responsabilidad del Centro Cultural Comunitario Camino Abierto, dependiente del Hospital Zonal de Bariloche. Ese organismo, dedicado a la asistencia, contención y promoción de pacientes que atiende la psiquiatría, busca lograr "la recuperación de la identidad, la dignidad y el respeto de la persona con sufrimiento mental", a fin de posibilitar su reinserción en la vida comunitaria. En el programa de Camino Abierto la internación psiquiátrica cumple el rol de último recurso, sólo empleado en estados muy agudos, ya que se busca evitar el encierro del paciente.

La dinámica del tratamiento está dada por la acción de un equipo multidisciplinario de profesionales con la activa colaboración de las familias de los enfermos y los miembros de la comunidad. Todos los esfuerzos convergen, entonces, hacia esa construcción colectiva de la salud mental, que ya mencionamos.

Para estimar el significado del planteo descripto, es oportuno recordar que los enfermos mentales han debido soportar los sufrimientos de sus males junto al desconocimiento que existía de su patología, desde la Antigüedad. Esa realidad sumió a esos pacientes en una tristísima condición, ya que se los trataba prácticamente como criminales.

Sólo a partir de fines del siglo XVIII se inició su llamada "liberación", movimiento emprendido por Philippe Pinel, médico francés que, con criterio humanitario, rescató a "los locos" de su injusta prisión para llevarlos a hospitales especializados. Esa acción fue un punto de partida que prosiguió con distinto ritmo en las últimas centurias. En nuestro tiempo se avanzó positivamente, tanto en la dimensión científica como en el enfoque social del problema. Una de las tendencias renovadoras ha sido encabezada en Italia por el psiquiatra Franco Basaglia, que supo imponer un reconocimiento de los derechos del enfermo mental en la gestión política de su país. Así se pudo lograr que la asistencia centrada en la internación fuese sustituida por otra manera de tratamiento en la cual se busca la reafirmación de los vínculos domésticos y comunitarios para obrar solidariamente en beneficio del paciente y la colectividad.

Una clara convicción anima este programa recuperador: las conductas humanas son la consecuencia del trato que reciben. Si los enfermos, en vez de la internación o el aislamiento, son puestos en condiciones de expresarse y ser oídos, puede esperarse una respuesta favorable. El planteo brevemente descripto puesto en marcha en Río Negro requiere, como es lógico, la conducción de profesionales competentes con los que cuenta, el apoyo político y financiero necesario para ampliar sus recursos y el soporte institucional y organizativo que le permita crecer con resultados efectivos.

Es deseable que las aspiraciones de Camino Abierto se cumplan y se pueda trasmitir con éxito su experiencia más allá de la jurisdicción provincial.

26 de junio de 2009

- MARECHAL -



















LEOPOLDO MARECHAL

EL HOMBRE DE BUENOS AYRES

ANIVERSARIO DE SU PARTIDA


Muere en Buenos Aires, un 26 de junio de 1970, el notable poeta, novelista y autor teatral Leopoldo Marechal.
Su novela "Adán Buenosayres" es una verdadera renovadora del género. En ella retrata algunos personajes de la Generación de Martín Fierro.





Leopoldo Marechal nace en Humahuaca 464, Ciudad de Buenos Aires, el 11 de junio de 1900. Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista. Fue maestro y profesor de enseñanza secundaria. Durante el período 1944-1955 ocupó cargos oficiales.





Esta última circunstancia lo llevó al enfrentamiento político con antiguos compañeros de generación literaria y relegó su propia obra al olvido durante dos décadas. Las nuevas generaciones, en cambio, redescubren la obra de Leopoldo Marechal, precursora-sobre todo en la narrativa- de las búsquedas de la literatura latinoamericana.





La estrecha relación vida-obra, el voluntario exilio espiritual, la firmeza de sus convicciones, deben sumarse a los datos concretos de su biografía.
La incidencia de lo autobiográfico en lo literario es, quizá un rasgo definitorio: la infancia en un barrio de Buenos Aires, los paseos por el campo, en Maipú, la labor de maestro que comienza a los veinte años, los viajes a Europa, elementos que Marechal recrea en su literatura, experiencia y vivencia que hacen no sólo a su formación sino al sentido de su obra.





A los doce años escribe sus primeros versos sin dejar por eso de deambular por las calles prefigurando al poeta que, años después, descubrirá sus símbolos.
Durante la década del 20 colabora en el periódico literario Martín Fierro (véase) y en la revista Proa.





En 1926 viaja por primera vez a Europa, frecuenta en España a los redactores de La Gaceta Literaria y la Revista de Occidente, y se reúne en Francia, con los pintores y escultores del llamado "grupo de París": Butler, Basaldúa, Berni, Bigatti, Forner, Fioravanti, Spilimbergo.





En 1929 realiza su segundo viaje a Europa. En 1930, en París, escribe los capítulos iniciales de Adán Buenosayres (véase). Se casa con María Zoraida Barreiro, quien habría de fallecer en 1947, y a quien dedica Laberinto de Amor.
En 1948 viaja otra vez a Europa. En 1950, decide convivir con Elbia Rosbaco, inspiradora de algunos de sus poemas.





Entre sus obras:

• Cinco poemas australes (1937)
• Centauro (1940)
• Sonetos a Sofía y otros poemas (1940)
• José Fioravanti (1942)
• Vida de Santa Rosa de Lima (1943)
• Viaje de la primavera (1945)
• Cántico espiritual (1944)





• Adán Buenosayres (1948)
o Prólogo indispensable
• Antología Poética (1950)
• Pequeña antología (1954)
• Banquete de Severo Arcángelo (1966)
• Heptamerón (1966)
• Poema de Robot (1966)
• Tres caras de Venus (1966)
• Historia de la Calle Corrientes (1967)



25 de junio de 2009

- ELECCIONES 2 -






La Argentina espera nuevos vientos políticos


El fin de un ciclo



Abel Posse
Para LA NACION
Noticias de Opinión

¿La Argentina es un pasado o un país? Witold Gombrovicz, 1963


Se acaba la campaña política. El estruendo publicitario no pudo ocultar el silencio de debate y propuestas. Aunque se trate de una instancia legislativa, lo que hoy está en juego es el voto de desconfianza ante la grotesca conducción gubernamental, de un consorte todopoderoso y de una presidenta fantasmal, casi virtual en lo que hace a la decisión de los problemas nacionales.

La mayoría electoral siente que la extraña pareja está siendo abandonada por los dioses antárticos que los elevaron adonde nunca debieron estar. Los argentinos sentimos que esta vez no somos víctimas solamente de la mala política o de una deshonesta administración, como tantas veces, sino de una sorpresiva irrupción de psicopatología política.

Ya no es un problema de ineptitud ni de lógicas erradas. Estamos más allá, en el absurdo.

Primero se dejaron de respetar las instituciones: la Iglesia, las Fuerzas Armadas, las fuerzas policiales y judiciales, garantes del orden público. Enseguida sobrevino la suicida demolición de la fuerza productora más eficaz en esta crisis mundial, que es la del campo, con toda la vasta red de intereses colaterales, esa trama de vitalidad y existencia que va mucho más allá del esquema exclusivamente económico. Y ahora está en jaque el poder industrial, con la invasión de empresas a partir de los fondos tomados a las AFJP.

Tal vez, como lo afirmó una candidata, se lleva al campo a la desesperación, creando un mercado de precio bajo para acumular miles de hectáreas y consolidar un enorme fideicomiso exportador de primera importancia mundial.

K es más bien un leninista aficionado, suburbano y tenaz. Acapara los "medios de producción" con sus amigos (tierras, empresas intervenidas, sistema financiero, telecomunicaciones, minería), pero su fin no es la creación de un socialismo, sino de un sistema económico similar al de una gigantesca corporación. No quiere ser Lenin, sino alguien como Slim. Parece que quisiera un superpoder económico personal y dejar la economía por encima de la política. Es un delirio de supercapitalista. De un Rockefeller de las pampas.

Pero la crisis se le adelantó a su adelantamiento de las elecciones de octubre. Como un conspirador ingenuo, la bomba le estalló entre las manos antes de tiempo.

Aunque parezca extraño, su verdadero designio era el de un capitalista empedernido. Y no se cumplió su sueño, pero nos quedaron realidades de pesadilla.

Todos nosotros estamos inmóviles, en una democracia secuestrada.

Por eso estas elecciones conllevan una esperanza de renacimiento.

Somos, internacionalmente, un mamarracho. Un país perturbador, agresivo. Un país rico que juega a la miserabilización (pero en el que se enriquecen amoralmente sus dirigentes). Nadie puede entender nuestra autodestrucción. Tomamos nota en exclamaciones teleperiodísticas cotidianas, pero seguimos inmóviles, sin poder actuar, paralizados por el ángel exterminador de Buñuel.

Alfonsín dijo que con la democracia se vive, se come y se educa. Pero su democracia impotente llevó a su gobierno a una hiperinflación monstruosa y tuvo que abandonar el poder anticipadamente. Ahora, en esta descarada seudodemocracia K, se roba, se padece pobreza y hambre para un tercio de la población y los padres de familia pueden morir asesinados por chicos que les vacían el cargador con los ojos nublados por el paco que todas las madres angustiadas saben dónde se vende (pero no los fiscales, los policías ni los intendentes).

No basta lo que los argentinos creen que es democracia . Se necesita coraje para gobernar y enfrentar el mal y la infamia. Los asesinos de ayer, en un verdadero triunfo gramsciano a través de la ambigüedad y el culpismo ideológico de Kirchner, lograron que hoy no haya policía actuante, como en todos los países del mundo. El policía sale a la calle con más temor a tener un proceso y un castigo administrativo que los jóvenes asesinos, apañados por los garantistas que pagan el lujo de su humanismo con la vida de los otros, los que mueren cada día o se refugian en sus casas enrejadas.

La ministra Argibay, que defendió emocionada ante la TV a los pobres chicos asesinos, debería estar informada de lo que pasó en 1932 en la Rusia soviética con las bandas de jóvenes criminales, producto del desastre de las campañas socializantes contra los pequeños propietarios agrarios. Eran los llamados "niños lobo". El Politburó estableció que no eran niños asesinos, sino asesinos niños que había que combatir con toda energía y luego recuperarlos, si se podía. Establecieron que eran imputables a partir de los doce años. La ministra debería leer lo que ocurrió en China en 1949 con la asunción de Mao y en Estados Unidos en los años 30. El interés prioritario por defender es la vida del inocente; luego vendrá la recuperación del criminal.

Lo grotesco y la cobardía ganaron esta campaña electoral. Sin embargo, el pueblo al votar va a unificar lo que no supieron unir los políticos, cuyo egoísmo, en algunos dirigentes de la oposición, los llevó a atacar más a los de su vereda que a K mismo, pensando en posiciones para el futuro, en 2011.

Como la única fuerza organizada y con evidente gobernabilidad nacional es el peronismo, algunos se esmeraron en crear un complot, o mejor una farsa, en la que Macri, Reutemann, Puerta, Romero, Duhalde, Rucci, Solá, los Menem, Venegas, De Narváez, Busti, los de la CTA, etcétera, no esperan otra cosa que el 29 para invitar después de su triunfo a los Kirchner a tomar champagne (o sidra, si fuera el caso).

Ojalá que a la doctora Carrió no se le ocurra organizar el ágape.

Con discusión de proyectos o no, el pueblo sabrá elegir mejor que los candidatos que apoya. Elegirá el fin de un ciclo.

Se iniciará un período difícil y creador. La Presidenta deberá asumir la plenitud del poder con que la inviste la Constitución y abrir el gran diálogo nacional para iniciar, finalmente, el camino de arranque fecundo que esperamos de nosotros y el mundo espera de la Argentina.

Sin diálogo abierto con todos los sectores de la vida nacional, el gobierno de Cristina Kirchner quedaría en calidad de gobierno de transición. Los problemas son demasiado urgentes y no hay dilaciones. Se nos vienen encima las amenazas de crisis extrema que previó Kirchner cuando adelantó el plazo electoral.

Pero lo más terrible después del 28 sería la posibilidad de que un autoritarismo benigno virara a formas intimidatorias y hasta violentas. No es de descartar, porque el llamado "modelo" puede dar motivo a una agudización chavista, en el sentido de medidas intervencionistas y movilizaciones intimidatorias. Más allá de los conocidos grupos que puede movilizar K para transformar su derrota en falso triunfo plebiscitario, será de extrema importancia que la ciudadanía exprese su triunfo nacional masivamente, autoconvocándose para demostrar en la calle su victoria. Esta demostración en la noche del 28 tendría un gran poder disuasivo ante la prepotencia.

El país está intacto para enfrentar con las mejores posibilidades este tiempo de crisis. La conducta aislada y superada de K no puede persistir al quedar rechazada por la gran mayoría nacional y la Presidenta queda enfrentada a la obligación de conducir con un nuevo estilo y desde el consenso imprescindible.

Una secreta fe recorre la Patria, humillada y vejada por la patanería y la incalificable destrucción de su riqueza más comerciable en esta crisis mundial y nacional. Hay que responder al amigo Gombrovicz, que se iba a Catamarca a buscar la pureza de la Argentina profunda cuando lo intoxicaba la tilinguería de Buenos Aires.

Gombrovicz: usted quería a la Argentina y se indignaba con ella, como nosotros. Pero no somos un pasado ni una rémora. Somos como esa Ferrari Testarossa que un palurdo ganó en una rifa de fin de año y no sabe ponerla en marcha. Somos un purasangre maneado que ansía lanzarse otra vez a galopar con el viento levantándole las crines y zumbándole en las orejas. Queremos volver a ser el país en el que usted desembarcó viniendo de la Polonia asolada, exterminada por el terror, y donde encontró la paz de sus partidos de ajedrez en la confitería del Rex o en La Fragata.

La Argentina quiere volver a su felicidad. A ese país primero posible y después grande que en tres décadas se ubicó entre los diez más exitosos países del mundo y donde se creó un sistema educativo que acabó con el analfabetismo en el nivel nacional, antes que Estados Unidos y la misma Francia, como lo acaba de declarar Vargas Llosa.

No queremos administradores tristes. Queremos convocarnos con un viento de fe y de grandeza. Queremos un Renacimiento y no una administración de la mediocridad. Queremos esa pasión que unió a Roca, a Yrigoyen, a Perón, a Frondizi. Un sentimiento compartido de Patria.

Las elecciones aparentemente menores del 28 de junio son para nosotros el fin de un ciclo de resentimiento y la apertura hacia esa llamarada, esa voluntad de gran destino que hizo de este país una maravillosa posibilidad de vida, pese a las contradicciones y los límites de la condición humana en su universalidad.

El autor es novelista y diplomático

24 de junio de 2009

- GARDEL -





Carlos Gardel


ICONO PORTEÑO


A 74 AÑOS DE SU MUERTE




Carlos Gardel fue un cantante y actor de cine naturalizado argentino, considerado el más importante tanguero de la primera mitad del siglo XX. Según algunos investigadores nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890, y, según otros, nació en Tacuarembó, Uruguay, el 11 de diciembre de 1887, viviendo desde su infancia en Buenos Aires.





Falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, en un accidente aéreo. En el 2003, a propuesta del gobierno uruguayo, la voz de Gardel ha sido registrada por la Unesco en el programa Memoria del Mundo, dedicado a la preservación de documentos patrimoniales.





Existe una controversia sobre si su lugar de nacimiento fue Toulouse (Francia) o Tacuarembó (Uruguay). No existe controversia sobre el hecho de que vivió en Buenos Aires desde muy pequeño. Creció en la Argentina y se nacionalizó en este país en 1923 y mrió, en un accidente aéreo durante una gira, en Medellín (Colombia).
Gardel creció en el Abasto, un barrio de Buenos Aires en el que funcionaba el mercado central de frutas y verduras, cuyo edificio estilo art decó se conserva reciclado y convertido en centro comercial.





A muy temprana edad comienza a ser reconocido por su canto, y trasciende su fama como el Morocho del Abasto. El payador José Betinotti le daría un nuevo apodo que también se haría popular, El Zorzal Criollo, y lo motivaría a cantar en los centros políticos. También se le conoce como el Francesito, como El Mudo, con base en un fino sentido del humor que hace referencia a su excepcional voz y como el que cada día canta mejor.





Estudió en el Colegio Salesiano de Buenos Aires, donde fue compañero de curso de Ceferino Namuncurá, futuro beato argentino. En 1902, siendo tramoyista en el teatro La Victoria, comienza a escuchar a distintos cantantes de zarzuela y ópera, entre los que se destacan el barítono italiano Titta Ruffo y el zarzuelista español Sagi Barba.





En 1911 celebró un duelo musical con 'El Oriental' José Razzano en la calle Guardia Vieja del barrio del Abasto. En ese duelo no ganó ninguno de los dos: más bien surgió el dúo Gardel-Razzano, que trabajó unido durante quince años. Poco tiempo después Gardel grabaría sus primeros discos, marca Columbia Record, para la Casa Tagini.





Gardel recibiría en 1915 un balazo durante un altercado a la salida del Palais de Glace (salón de baile de la época en el barrio de la Recoleta). Cantaría el resto de su vida con esa bala alojada en su pulmón izquierdo.
Dos años más tarde es protagonista del film mudo Flor de Durazno. En 1923, ya metido de lleno en el tango, realiza con Razzano y la Compañía Rivera-De Rosas, una gira que lo llevará a Uruguay, Brasil y España, debutando en el Teatro Apolo de Madrid.





Hacia mediados de la década de 1920 el dúo cantor se separa, pasando Razzano a ejercer las funciones empresariales. Gardel vuelve a realizar giras por Europa, donde actúa en España (1925) y Francia (1928), y actúa en varias películas para la Paramount. Debuta en el cabaret Florida de París, con enorme éxito y graba varios discos. En 1929 visita brevemente Italia y el 5 de febrero vuelve a Francia, donde actúa en la Opera de París, triunfando de manera rotunda.





De regreso en Buenos Aires debuta en el Teatro Empire, para volver a viajar a España donde actúa en el Principal Palace de Barcelona y en el Teatro Avenida de Madrid. Comienza entonces a grabar los cortometrajes que lo harían famoso. Volvería a Francia en 1930 donde filma para la Paramount francesa la película Luces de Buenos Aires.





Tras una breve vuelta por Buenos Aires y Montevideo viaja otra vez a Europa, pero sin sus guitarristas. Realiza giras por la Costa Azul, Italia, Londres, París, Viena, Berlín y Barcelona. Filma nuevamente para la Paramount francesa "Espérame", "La casa es seria" y "Melodía de arrabal". En estas películas se incorpora como colaborador el poeta y periodista Alfredo Le Pera, con quien Gardel escribirá muchos temas (Mi Buenos Aires Querido, Silencio, Volver, El Día Que Me Quieras, etc.).





En 1933 regresa a Buenos Aires. Su conjunto de guitarras estaba integrado por Barbieri, Riverol, Vivas y Pettorossi, trabajan en Montevideo y en el interior de la Argentina y del Uruguay.





En abril emprende su fatídica gira, programada para ir por Puerto Rico, Venezuela, Aruba, Curaçao, Colombia, Panamá, Cuba y México, pero el destino impidió que esta se completara. El 24 de junio de 1935 Carlos Gardel, junto con Alfredo Le Pera y algunos de sus músicos, entre ellos el Indio Aguilar, falleció en el choque de dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del aeropuerto Olaya Herrera de la ciudad de Medellín (Colombia).





Gardel se encontraba en lo mejor de su carrera, millones de sus admiradores lo lloraron. Entonces "El Zorzal criollo" se ganó la gloria: popularmente, la gente dice que "Gardel cada día canta mejor". Un verso de su tango Volver se convirtió en un refrán famoso en toda América latina: "Veinte años no es nada".





Carlos Gardel está enterrado en el cementerio de la Chacarita de Buenos Aires. Se conservan más de setecientas grabaciones de Gardel. No sólo grabó tangos; también música folclórica, milongas, zambas, rancheras, tonadas, estilos, etc. (treinta géneros en total). Grabó algunos Fox trots, un tango en español e inglés, y también algunas canciones tradicionales en francés e italiano y hasta un tango en guaraní.
Aunque fueron varias las mujeres con las que se relacionó Gardel, ninguna lo atrajo lo suficiente como para mantener una relación pasional duradera.





Una de las más conocidas fue Isabel Martínez del Valle, quien intentó casarse con él, pero esto no se concretó, pues por algún motivo los sentimientos del Zorzal criollo cambiaron. Se comentó que una de las causas podría haber sido que la familia de la novia abusó de la generosidad del cantor y él acabó agobiado por la situación. Varias veces Gardel intentó cortar su relación con ella, pero terminaban reconciliándose. Ella nunca reconoció públicamente que su relación con él estuviese rota.





El 24 de junio de 2005, por decisión conjunta de las autoridades municipales de las ciudades de Buenos Aires, Montevideo, Tacuarembó y Medellín (donde falleció), se recordaron los 70 años de la muerte de Carlos Gardel. Por primera vez, se obvió la conmemoración del llamado "Día de Carlos Gardel" en la ciudad francesa de Toulouse.





Existen dos teorías que argumentan el nacimiento de Carlos Gardel. La teoría francesista sostiene que nació en Toulouse, Francia el 11 de diciembre de 1890. La teoría uruguayista, en cambio, sostiene que nació en Tacuarembó, Uruguay, aunque se afirma que fue en 1883 o en 1887.





La teoría francesista basa sus argumentos en un acta de nacimiento en Toulouse donde consta el nombre de Charles Romuald Gardès, hijo de Berthe Gardès y en su testamento ológrafo, donde Gardel también declara haber nacido en Toulouse, Francia y ser hijo de Berthe Gardès (según esta teoría).





La teoría uruguayista sostiene que Gardel es hijo ilegítimo del Coronel Carlos Escayola, de Tacuarembó, producto de una relación impropia para la época. Esta teoría, entre otras cuestiones, pone el acento en una serie de documentos cuando Gardel se nacionaliza argentino (registro de nacimiento, cédula de identidad, pasaporte) que lo afirman nacido en Tacuarembó.





El registro de nacimiento lo hace en 1920 en el consulado uruguayo en Buenos Aires. Estos investigadores sostienen que Gardel lo debió realizar tardíamente, ya que al haber nacido en el marco de una relación adúltera, esto fue lo que impidió que fuera inscrito en el momento de su nacimiento.
El hecho de que existan un testamento que declara a Gardel nacido en Francia y unos documentos del cantante que lo declaran nacido en el Uruguay, llevan a los investigadores de ambas teorías a dar un punto de vista diferente respecto a este tema.





Los francesistas sostienen que los documentos de Gardel, como su registro de nacimiento, su cédula y sus pasaportes, son falseados.
A su vez, los uruguayistas ponen en duda al testamento que se da a conocer cuando Gardel muere, ya que este justificaría el malentendido de su nacionalidad francesa como una maniobra legal para que Berthe Gardès (madre adoptiva según esta teoría) pudiese heredarlo en su testamento de acuerdo a las leyes argentinas de la época.





El estado uruguayo como otras entidades no gubernamentales, propusieron realizar una prueba de ADN al cantante para verificar si era o no hijo biológico de Berthe Gardès y así establecer con exactitud su lugar de origen. Una jueza argentina en su fallo, prohibió que se le realizara ese estudio a Gardel, alegando el origen francés del cantante, sosteniendo que:
"en ambos juicios sucesorios (en Argentina y Uruguay) se ha resuelto que la única heredera fue la madre del reconocido cantante argentino (Gardel tuvo nacionalidad argentina), la señora Berta Gardès... ¿Acaso debe hacerse eco de versiones cuando la cuestión supuestamente atacada ya ha sido resuelta en sede judicial? Entiendo que la respuesta es negativa".
El estado uruguayo a través de un ley de 1996 establece cada 24 de junio (fecha de la muerte del cantante) como el Día de Carlos Gardel, con festejos en la ciudad de Tacuarembó.





Desde el 1º de septiembre de 2003, la voz de Carlos Gardel es Patrimonio de la Humanidad, por declaración de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). En su registro Memoria del Mundo, la UNESCO anotó a Carlos Gardel como "cantor argentino nacido en Francia".
Es evidente que las investigaciones de varios interesados en el tema generaron tantas opiniones opuestas con el asunto a lo largo de los años, que todavía siguen generando controversia.





Cuando sus allegados le preguntaban la cuestión sobre su nacionalidad, sorprendía con frases ingeniosas, evitando dar una respuesta concreta, como por ejemplo: "Nací en Buenos Aires, Argentina, a los 2 años y medio de edad" (que es cuando llegó a esta ciudad). Las declaraciones diciendo que era uruguayo, sólo las efectuó a medios uruguayos, no así en otros países, donde manifestaba que era argentino.

Algunas de las canciones

• Brisas de la tarde (1912)
• Pobre mi madre querida (1912)
• Mi noche triste (1917)
• Flor de fango (1917)
• Desdén (1933)
• Tomo y obligo (1931)
• Lejana tierra mía (1935)
• Silencio (1933)
• Amores de estudiante (1934)
• Golondrinas (1934)
• Melodía de arrabal (1933)
• Guitarra guitarra mía (1935)
• Cuesta abajo (1934)
• Mi Buenos Aires querido (1934)
• Soledad (1934)
• Volver (1935)
• Por una cabeza (1935)
• Sus ojos se cerraron (1935)
• Volvió una noche (1935)
• Por una cabeza
• El día que me quieras (1935)


Gardel en el cine

Flor de durazno
Encuadre de canciones
Las luces de Buenos Aires
Espérame
La casa es seria
Melodía de arrabal
Cuesta abajo
El Tango de Broadway
Cazadores de estrellas
El día que me quieras
Tango bar