10 de agosto de 2008
- FRANZ JOSEPH HAYDN -
Joseph Haydn
Otro genio austríaco
de los románticos
de todos los tiempos
Joseph Haydn, nació en 1732 en Rohrau, una pequeña población cercana a Viena, Austria, antigua capital del Imperio Austríaco, y cerca de la frontera con Hungría, y fue el segundo de los doce hijos de Matthias Haydn y Anna Maria Koller. El padre era fabricante y reparador de carros al servicio del conde de Harrach.
Entró como niño cantor en el coro de la Catedral de San Esteban en Viena, donde estuvo durante nueve años, hasta que en 1749 Haydn alcanzó la edad en la que ya no pudo cantar tonos agudos, por lo que fue despedido del coro. Unos amigos lo acogieron en su casa, y decidió convertirse en músico independiente, transcurriendo diez años difíciles; entre otras cosas fue sirviente del compositor italiano Nicola Porpora. Haydn sacó partido de estos años al ir adquiriendo mayores conocimientos musicales, hasta el punto que compuso sus primeros cuartetos de cuerdas y su primera ópera, además de que su reputación como compositor empezó a crecer y se hizo conocido de personas influyentes de Viena.
Al final de este período, en 1759, Haydn recibió una oferta de empleo importante: la de director musical del conde de Morzin. Al mismo tiempo componía sus primeras sinfonías para la orquesta. El conde de Morzin padecía dificultades económicas, por lo que a los dos años despidió a todos sus músicos. No obstante, Haydn encontró enseguida un empleo similar como asistente del director musical de la familia Esterházy, una de las más ricas e influyentes del Imperio Austríaco, y que residía en invierno en Viena y en verano en dos palacios de su propiedad, uno al sur de la capital y otro en Hungría.
Los Esterházy eran amantes y conocedores de la música y le dieron todo el apoyo que necesitaba para su labor, incluso su propia pequeña orquesta. Empezó a trabajar para el príncipe Paul Anton Esterházy en 1762, y muerto éste en 1763, sirvió a su hermano Nicolás llamado el magnífico durante casi treinta años. En su nuevo cargo, Haydn tuvo una gran responsabilidad, que consistía en componer música para cada ocasión, dirigir la orquesta, interpretar música de cámara con miembros de la orquesta y también de la familia, así como organizar el montaje de óperas, además de las obras especiales para los visitantes destacados, y conciertos de música de cámara diarios en los que el propio príncipe tocaba la viola de bordón). A pesar del intenso trabajo, Haydn se consideró un hombre afortunado: "mi príncipe está satisfecho con toda mi obra, se me elogia, y yo como director de orquesta puedo hacer experimentos, observar qué refuerza un efecto y qué lo atenúa y hacer mejoras, intentando cosas nuevas".
Al ver que su situación era estable, Haydn se casó en 1770 con Maria Anna Keller, pero el matrimonio no se entendía y no tuvieron hijos. Tuvo por el contrario una larga relación sentimental con una cantante de los Esterházy, con la que, según algunos biógrafos, tuvo uno o varios hijos.
Transcurrieron casi 30 años en los que Haydn trabajó en este cargo y en los que compuso un sinfín de obras. A lo largo de este tiempo, su estilo fue desarrollándose y su popularidad fue creciendo. Con el tiempo llegó a componer tantas obras para su publicación como para los Esterházy. Obras tan conocidas actualmente como sus Sinfonías de París fueron compuestas en aquellos años. En 1781 Haydn entabló una estrecha amistad con Mozart, sobre cuyo trabajo había tenido alguna influencia en los años anteriores. Sintió una gran admiración por Mozart y por la maestría con la que había escrito sus recientes óperas y conciertos. Por su parte, Mozart se esforzaba en componer música de cámara que estuviese en su opinión a la altura de Haydn, a quien dedicó unos cuartetos de cuerda.
Un año después de la Revolución Francesa de 1789 que conmocionó a toda Europa, en 1790 murió el patriarca de los Esterházy y su sucesor resultó ser un hombre sin interés por la música, que despidió a la orquesta y jubiló a Haydn. Con tal motivo aceptó la oferta de un empresario musical alemán para viajar a Inglaterra y dirigir sus nuevas sinfonías con una gran orquesta. Su estancia en ese país fue un gran éxito. Haydn alcanzó una amplia fama y tuvo considerables ingresos. En Inglaterra compuso también algunas de sus obras más sobresalientes, como las Sinfonías de Londres (entre ellas la Sinfonía nº 104 "Londres") y las Sinfonías Militares, el Cuarteto Reiter o el Rondo gitano para trío con piano.
Habiendo considerado quedarse en Inglaterra, Haydn finalmente volvió a Viena, donde se hizo construir una gran casa y decidió dedicarse a la composición de obras sacras. Escribió dos grandes obras, el Oratorio La Creación y el oratorio Las Estaciones, así como seis Misas. También compuso los últimos nueve Cuartetos de cuerda. A partir de 1802, una enfermedad que había tenido anteriormente volvió a aparecer y se desarrolló hasta tal punto que ya no era capaz de componer, si bien en su mente las ideas de nuevas obras fluían con facilidad. A pesar de estar bien cuidado y no faltarle de nada, así como de tener amigos y ser un músico apreciado, Haydn debió pasar sus últimos años entristecido por no poder trabajar en su música.
Haydn murió a los 77 años de edad, mientras Viena era atacada por las tropas de Napoleón. Disfrutó del amor pero al final no fue correspondido.
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