30 de octubre de 2007
- LE PERA -
Alfredo Le Pera
EL OTRO GENIO
Alfredo Le Pera Sorrentino, nace en San Pablo - Brasil, un 8 de junio de 1900.
Cuando Carlos Gardel fue a Francia a filmar para la Joinville, se vio necesitado de reunir un núcleo de colaboradores, con la desventaja de que ya no se encontraban en París el experimentado Manuel Romero ni los artistas argentinos agrupados en la compañía de revistas del teatro Sarmiento de Buenos Aires. Gardel acudió a su amigo Edmundo Guibourg, pero éste le sugirió el nombre del poeta Alfredo Le Pera.
Alfredo Le Pera había nacido paulista, pero sus padres (de origen posiblemente calabrés) se trasladaron a Buenos Aires un par de meses después. Vivió en el barrio de San Cristóbal y cursó el bachillerato en el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia, situado en Chile entre Solís y Entre Ríos. Allí tuvo como profesor al crítico teatral Vicente Martínez Cuitiño, español que influyó en su vocación como poeta. También estudió piano, lo que le permitiría tener nociones básicas del pentagrama. Impulsado por su familia, comenzó la carrera de medicina, pero en el curso del cuarto año prevaleció su inclinación por el periodismo.
Más adelante, se dedicaría a escribir argumentos para obras de teatro, además de algunas letras para tango. Su éxito mayor -antes de asociarse a Carlos Gardel- sería "El Carrillón de la merced".
En 1920 hizo sus primeras armas en las páginas de espectáculos de El Plata, colaborando además en El Mundo, Última Hora, La Acción y El Telégrafo, diarios para los que trabajó en las secciones de información general y crítica teatral.
También se desempeñó como autor de teatro: su primera obra fue la revista “La Sorpresa del Año” (1927), escrita en colaboración con el empresario Humberto Cairo. Le siguieron luego “Los modernos mandamientos”, escrita junto con Alberto Ballestero y D. Gainza; “Gran circo político”, con Julio Filiberti Escobar; “Melodías de arrabal”, “¡Qué quieren los brasileños!”, “Piernas locas”, “Rojas bocas”, “La vida se va en canciones”, “Está abierta la heladera”, “Ya están secando con Broadway” y “La plata de Bebé Torre”, en colaboración con Pablo Suero y Manuel Sofovich y con la actuación de Pepe Arias; “Opera en jazz”, “Piernas de seda” y “Un directo al corazón”, realizadas en equipo con Antonio De Bassi, Antonio Botta y Carlos E. Osorio. Desde su posición como jefe de la sección “Teatros” de El Telégrafo entabló muy buenas relaciones con importantes hombres del espectáculo, como Augusto Álvarez, empresario del teatro Porteño y luego del Broadway.
Por motivos profesionales realizó varios viajes a París. Al volver a Buenos Aires comenzó a trabajar en la traducción y confección de títulos para películas silentes, realizando dicha tarea junto con Leopoldo Torres Ríos, quien más tarde sería un relevante director del cine argentino.
Tiempo después, su oficio de traductor de películas facilitó un nuevo viaje a París a fines de 1931, donde ingresó en la compañía cinematográfica Artistas Unidos para traducir al castellano las leyendas impresas de las películas mudas. En ese tiempo conoció a distintas figuras de la cinematografía y redactó notas para Noticias Gráficas, en las que reflejó el impacto que le produjeron dos destacados directores, el francés René Clair y el inglés Alfred Hitchcock.
Junto con Carlos Gardel escribió un sinnúmero de temas, entre los cuales puede mencionarse "El día que me quieras", "Cuesta abajo", "Soledad" y "Sus ojos se cerraron". Asimismo, sería el guionista de las películas de Gardel tanto en Francia como en los Estados Unidos.
El 24 de junio de 1935 Alfredo Le Pera, acompañaba a Carlos Gardel, y algunos de sus músicos, entre ellos el Indio Aguilar fallece en el choque de dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del aeropuerto Enrique Olaya Herrera de la ciudad de Medellín, Colombia.
Este excelente binomio compuso (Le Pera: letrista y Gardel: compositor) la más prolífica arquitectura de lo que después se dio en llamar “el tango canción”. Inolvidables temas ricos en contenido musical y poético que siguen vigentes en el cancionero nacional y popular del mundo entero.
Hace poco “Por una cabeza” fue distinguido en USA como el tango más popular llevado al cine, que no hace muchos años bailó Al Pacino en “Perfume de Mujer” y Arnold Schwarzenegger en “Mentitas verdaderas”.
Probablemente los últimos años de Gardel junto a Le Pera, fueron los consagratorios y muy posiblemente debido al vuelo de éste letrista y guionista, que los consagró en esa dupla insustituible.
Ricardo A. CARRASQUET
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