30 de junio de 2007

- PUENTES -


Tender puentes, no cortarlos


Uno de los episodios más lamentables de las relaciones exteriores de la Argentina es, sin lugar a dudas, la confrontación con Uruguay por la instalación de una planta de fabricación de pasta celulósica en la localidad de Fray Bentos, en la orilla oriental del Río Uruguay. La cerrazón en la dirigencia política de ambos países desembocó en una situación de tirantez diplomática inédita entre dos naciones hermanadas por la historia, en la que los cortes de rutas y puentes han sido factores determinantes para la creación de un clima de crispación que en nada ayuda a la búsqueda de denominadores comunes.

Por eso resulta altamente preocupante la confirmación de parte del gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, de que el estado provincial ayudó y continuará ayudando económicamente a los asambleístas que desde hace meses bloquean los pasos fronterizos. Los cortes permanentes requieren no sólo espíritu de lucha y tiempo para hacerlo, sino también fondos para ser sostenidos.

Se ha dicho que los fondos públicos serán empleados para financiar las tareas de divulgación de la lucha ambiental y para apoyar a las movilizaciones en contra del funcionamiento de la planta de Botnia. Busti ha expresado que la ayuda económica no se dará para que los asambleístas corten las rutas. Sin embargo, en un país en que las rendiciones de cuentas y la asunción de responsabilidad por el destino de fondos públicos no es una práctica habitual, ¿quien puede garantizar que la ayuda prometida por el mandatario entrerriano no terminará financiando los cortes de carreteras?

El puente que vincula Gualeguaychú con Fray Bentos está bloqueado desde diciembre último, mientras que el tránsito en las rutas de Colón a Paysandú y de Concordia a Salto es interrumpido según un cronograma fijado por los asambleístas. De acuerdo con algunos de los representantes de los vecinos entrerrianos que realizan los cortes, se está proyectando un corte más prolongado para las vacaciones de invierno en Concordia, para lo cual sus organizadores consideran que serán necesarios algunos elementos, como carpas y casas rodantes, para poder enfrentar el frío y porque, según sus estimaciones, "la lucha se va a intensificar el día que Botnia empiece a andar".

Como lo hemos señalado en reiteradas oportunidades en esta columna editorial, impedir el ejercicio del tránsito en puentes, rutas o caminos de uso público significa lesionar autoritariamente el derecho de entrar, permanecer, transitar y salir del país, que la Constitución garantiza a todos sus habitantes. El hecho de que un grupo de vecinos ejerza libremente su libertad de expresión y se manifieste en contra de la instalación de la pastera, cuya inauguración se prevé para octubre o noviembre próximos, no puede ser usado como argumento para justificar la ejecución de actos ilícitos, ajenos a esa libertad y dirigidos a lesionar la libertad de tránsito.

Esto no implica desconocer la legitimidad de los reclamos de los vecinos frente a proyectos industriales que pueden afectar el medio ambiente. Pero de ninguna manera se puede avalar la acción directa y su sostenimiento económico por parte del estado provincial, porque son métodos ajenos a una sociedad madura que pretende que sus puntos de vista sean oídos y tenidos en cuenta.

Actitudes como la del mandatario entrerriano de apoyar económicamente a los asambleístas, al igual que la complicidad del gobierno nacional con los cortes de rutas, no contribuirán a serenar los ánimos y mucho menos a liberar el camino de escollos para un diálogo franco y fecundo.

Mientras continúa la tensión en las relaciones entre Uruguay y la Argentina, las Academias de Letras de ambos países y de Paraguay han propuesto una serie de proyectos para robustecer históricos lazos, bajo un lema muy oportuno: "La lengua y la literatura son puentes sobre el río". Y nos han recordado que el mejor de los sentidos del verbo "pontificar" es "tender puentes", no cortarlos.

No hay comentarios.: