7 de mayo de 2007

- NO ALCANZA EL CIELO -





Lluvia ácida sobre Buenos Aires

Denuncian que el fuel oil importado de Venezuela, utilizado en las centrales eléctricas de Costanera y el Puerto para reemplazar el gas en épocas de alto consumo, despide ácido sulfúrico y pone en riesgo la salud

CYNTHIA GARCIA
Diario Perfil


Atilio Alimena, defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, afirma que se está ante un daño ambiental “muy grave”. Las veredas de Barrio Parque, manchadas por la lluvia ácida, corroboran la denuncia de los vecinos.

Vecinos de Palermo, Belgrano, Colegiales, Recoleta y Retiro denunciaron en forma anónima ante la Defensoría porteña la presencia de ácido sulfúrico en la lluvia que cae sobre la Ciudad de Buenos Aires.

Al fenómeno se lo conoce como lluvia ácida y sería producto de gases emitidos por las tres centrales de generación de energía eléctrica que posee la Ciudad.

Atilio Alimena, defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, llevó adelante el reclamo: “Estamos en presencia de un daño ambiental muy grave. Esta quema de combustible derivado del petróleo genera serios trastornos en las vías respiratorias de las personas, pues la niebla ácida ingresa a los pulmones durante la respiración”.

El combustible en cuestión es el fueloil, un residuo derivado del petróleo, de muy baja calidad y con alto contenido de azufre, que la Argentina está importando desde Venezuela. Ese fueloil está siendo utilizado por las centrales de energía eléctrica como sustituto del gas natural en los meses de mayor demanda energética.

Además de los datos aportados por la Defensoría Porteña, Perfil profundizó la investigación y pudo conocer el nombre de los denunciantes, entre los que se encuentra un alto directivo de una compañía petrolera norteamericana, quien reside en Palermo Chico, la zona más cercana a las centrales eléctricas.

Adolfo Critto, empresario que vive en la calle Tagle, frente a Canal 7, accedió a una entrevista telefónica: “Estoy preocupadísimo por este tema, en la terraza de nuestras casas comenzó a haber un polvillo, y vimos salir el humo negro y las llamas de las centrales eléctricas, porque se está quemando fueloil de muy baja calidad. Es un ‘clavo’ que viene de Venezuela, pero está dentro de los negocios que hace la Argentina con Chávez. Es algo hecho entre gallos y medianoche, la quema la realizan en horas nocturnas porque el humo negro los delata”.

El granizo dejó marcas. En el recorrido que Perfil hizo por los barrios afectados se observaron las marcas de la lluvia ácida, especial y claramente en los solados del barrio de Palermo.

La lujosa zona de embajadas tiene sus veredas marcadas con “lunares”. La fuerte lluvia de granizo y viento que afectó a los porteños hace nueve meses delató lo imperceptible: las esferas de hielo depositadas en los baldosones se convirtieron en manchas blancas por efecto del ácido que contenían. Los vecinos las fotografiaron, registrando así una de las pruebas más contundentes de la denuncia. Uno de ellos, incluso, llevó una muestra del polvillo que se depositaba en su terraza a un laboratorio y el resultado de los análisis arrojó un exceso de azufre por encima del máximo tolerado por las normas ambientales.

No aptas para fueloil. Perfil tuvo acceso a una conversación que mantuvo uno de los denunciantes con Mario Dellacua, empresario (CEO) de Techint:

“Le conté lo que estaba ocurriendo y él me dijo: ‘No puede ser, esas centrales son para funcionar a gas natural, yo las construí’. Le contesté que estaban funcionando a fueloil, a lo que Dellacua agregó: ‘Entonces el granizo que usted vio contenía lluvia ácida’ .”

A través de las autoridades, Perfil confirmó que las empresas involucradas, Central Puerto y Central Costanera, no han presentado el Plan de Adecuación Ambiental que la ley exige (ver recuadro), quedando en evidente infracción en un tema que afecta a la salud de miles de personas, especialmente en las edades más vulnerables, como las de los niños y los ancianos.

La secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, negó que las centrales eléctricas estuvieran utilizando fueloil. “Picolotti dice cualquier cosa –exclama Critto, el empresario que vive en la zona–. Hemos hablado con los que saben del tema y todos lo confirman. Acá hay un daño, es una cosa espantosa. Esto está ocurriendo ahora, en este momento. Mientras usted y yo hablamos, estamos respirando azufre.”

“Vamos a padecer las consecuencias por años”

A pesar de que existe una competencia “bijurisdiccional” con respecto al control de las centrales de generación energética, antes de esta denuncia ni la Nación ni la Ciudad habían controlado a las empresas por la utilización del fueloil.

Ante el conocimiento de la denuncia periodística y de la resolución de la Defensoría porteña, en las últimas horas el Ministerio de Medio Ambiente de la Ciudad intimó a las centrales a presentar el plan de readecuación ambiental y a inscribirse en el Registro de Fuentes Fijas de Emisión de Gases Contaminantes, como exige la ley.

Juan Manuel Velazco, flamante ministro del área, llega a la Ciudad –como su par en la Nación– con una trayectoria dedicada al medio ambiente. El funcionario le reconoció a PERFIL el incumplimiento y confirmó que las centrales eléctricas han trabajado y trabajarán con fueloil porque existe un nuevo embarque del mismo combustible de procedencia venezolana, importado para ese fin.

“Esto es preocupante, durante años vamos a ‘cantar bajo la lluvia’ padeciendo las consecuencias”, ironiza el ministro.

—¿Por qué ninguna autoridad actuó antes?

—Vieron cómo son estas cosas... En la Argentina hay una falta de tradición con respecto al medio ambiente.

—¿Dónde vive usted, ministro?

—En Barrio Norte; Mansilla y Ecuador.

—¿Y le está llegando la lluvia ácida?

—Sí, por supuesto.

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