26 de mayo de 2007

- POBREZA -



Contra la pobreza

Por Susana Finger

Para LA NACION



La desigualdad social extendida y profundizada en casi todo el mundo y, en las últimas décadas, en nuestro país, se manifiesta en sus más dramáticas expresiones: pobreza, trabajo infantil, analfabetismo y miseria. Estos males, una vez disparados, generan un circuito vicioso que sólo puede ser superado a través de la acción estatal y de la responsabilidad social de los ciudadanos.

En la Argentina, a pesar del actual proceso de recuperación económica y social, siguen existiendo datos muy graves. Uno de ellos es que más de un millón y medio de niños, de entre 5 y 14 años, tienen que trabajar o mendigar para subsistir, pese a que los años de la infancia son los más importantes y determinantes en la formación de las personas. Esas actividades son degenerativas de sus derechos constitucionales.

Trabajar y cooperar para la superación de esta dramática situación forma parte del núcleo central de Asociación Conciencia. Nuestra institución, desde hace 25 años, contribuye en la formación de ciudadanos comprometidos y responsables y privilegia en su misión a quienes, por distintos motivos, ven postergados sus derechos, educando para la participación cívica y la promoción de acciones tendientes a lograr el bienestar integral y el desarrollo socioeconómico general.

Conciencia está convencida de que no hay dignidad humana posible sin el acceso a la educación. Es quizá, de todos los derechos, el más abarcativo, pues no hay posibilidad de ejercer ningún otro derecho si no se tiene acceso a la formación.

Nuestros programas son un aporte, entre otros esfuerzos, para promover los derechos de los niños y las niñas a la educación en condiciones de igualdad y a la protección contra cualquier trabajo que pueda ser peligroso, entorpezca su educación o sea nocivo para su salud o desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. Buscan, además, promover el derecho al esparcimiento y el tiempo libre.

En enero y febrero de 2007, por cuarto año consecutivo, el Programa Porvenir abrió sus puertas a 1400 niños de Salta y Jujuy. Este programa, que cuenta con el apoyo del sector tabacalero y la colaboración de los gobiernos y ministerios de ambas provincias, se propone buscar la disminución del trabajo infantil a través de un abordaje integral de las problemáticas que afectan a los niños y adolescentes trabajadores o en riesgo de serlo, en zonas rurales tabacaleras del NOA.

Son múltiples los factores que intervienen en la problemática del trabajo infantil: el económico y el político, entre otros. Siendo múltiples las causas, deberían ser múltiples también los actores que trabajen en la causa. En el caso de Porvenir, la alianza inédita de la totalidad del sector tabacalero, la intervención de los gobiernos locales y la colaboración de los ministerios han sido piezas clave. Sin embargo, es necesario que, frente a las dimensiones de esta situación, se reproduzcan los actores involucrados y se instale definitivamente la temática en las agendas públicas y privadas para alcanzar una verdadera solución.

La autora es directora de Programas de la Asociación Conciencia.

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